Hace poco tiempo puse un pequeñísimo homenaje a Sócrates, en ocasión de su fallecimiento y creo que es momento que ya pasó esa careteada inmediata post-mortem que suele rodear a estos personajes. Me voy a centrar en el mayor proyecto del que Sócrates fuera parte y lo haré en base a un documental, narrado mayormente por los protagonistas y que refleja bien lo que era la Democracia Corintiana como sistema democrático y también refleja lo bien que jugaba ese Corinthians del bienio 1982-1984.
La historia latinoamericana tuvo un nefasto denominador común a partir de la década del 50’ y que se estableció durante la década de los 60’: Las dictaduras militares. La historia nos lleva a enfocarnos en Brasil, dictadura que tuvo un rasgo distintivo: La disfrazaron de democracia. Inventaron un sistema bipartidista y de elección indirecta (a través de colegios electorales) de modo que el partido del que eran parte los militares, el ARENA (Aliança Renovadora Nacional) tuviera mayoría siempre, y donde perdía efectuaba una intervención llamada Federal. El otro partido tenía una presencia meramente testimonial, porque además de que los militares tenían mayoría automática, el partido opositor asentía silenciosamente a los actos del gobierno militar. Una vez instalado el régimen los militares arrancaron con la represión violenta, pero no duraría tanto, ya que un manejo propagandístico acertado, donde al pueblo en la cara se le exalta ban bondades y ventajas de la nación y la geografía brasileñas (básicamente, el tocuen de que son felices y viven en la playa de joda) apoyados en la siempre nefasta Rede O Globo.
Luego de esto, cuando la mano se ponía pesada para los milicos con alzamientos guerrilleros, estudiantiles y obreros, llegó el crecimiento económico, lo que puso definitivamente a la clase media brasilera del lado del gobierno militar y la inacción funcional de la gran masa de la clase baja brasilera por ignorancia o por paja cívica (?) calmo las aguas que venían turbias. Pero este crecimiento, venía bajo el lema “dívida externa, não se paga, se rola.” Algo así como la deuda externa no se paga, se patea. La construcción de Brasilia por caso, mas otras obras públicas de alcance monstruoso, y políticas como favorecer al capital extranjero y las empresas estatales, mas esta concepción particular de honrar los compromisos extranjeros, mas la llegada de Carter que le cortó el chorro a aquellos regímenes anti comunistas (todos los militares de America del Sur que posteriormente caerían, lo que muestra la nefasta influencia de la política exterior norteamericana, provocó una espiral inflacionaria que mayormente afectó a aquellos sectores que se veían beneficiados por estas medidas. Entonces, para 1979 llegó a la presidencia un tal Figuieredo al cual no le fue del todo bien, pero a diferencia de procesos anteriores mientras se formaban distintos bandos donde se proponían nombres de milicos para ocupar la presidencia, se formó una oposición que se preocupó mas por el regreso de las elecciones directas bajo el lema Diretas Já!
Hasta ahora parece que hable de la historia de esa tierra llena de birra, putas y el negro de mierda de Pelé pero como siempre, la idea es imponer un marco histórico y como siempre también se me fue la mano. Como este marco histórico se expuso, ahora vamos a hablar de fulbo, pero no yo, si los protagonistas. El documental se estrenó en diciembre de 2011 y se llama Ser Campeão é Detalhe, lamentablemente, solo disponible en Portugués.
Pinche aquí para ver Ser Campeão é Detalhe (Pongo “Pinche” y no “Haga Clic” porque acá somos Bilardistas)

La Democracia Corintiana fue sin duda un proyecto novedoso, que aportó a la sociedad brasilera visibilidad de un problema social a través del medio más masivo que pueda tener una causa por estas latitudes, el fútbol. Porque si bien las Diretas Ja! perdieron, al año siguiente cayó la dictadura y eso traería el retorno democrático, un poco por peso propio de un gobierno que ya no podía sostener una serie de factores adversos y otro poco por el clamor popular, impulsado por manifestaciones como la Democracia Corintiana.
En lo relativo al fútbol la Democracia Corintiana, dejó un gran equipo de fútbol. En cuanto a lo organizativo, la idea de que un grupo de jugadores tuviera injerencia en todos los aspectos organizativos de un equipo, no deja de ser anecdótico, porque viendo el nivel de divismo y el bajo caudal intelectual en general, de jugadores y dirigentes, semejante proyecto será irrepetible. No creo que veamos equipos que ganen o pierdan, siempre con democracia.