Y e incluso ese grupo da para ciertas distinciones. David Abraham no goza de ninguna consideración positiva de ningún hincha de Independiente tras su paso, pero empiezo a creer que una Champions sin él no es Champions, ya que es un estandarte de un Basel, que se mete todos los años en esta cita. También está el caso de Leandro Grimi que después de su increíble paso de Racing al Milan, se inició en una violenta, pero lógica espiral descendente y recaló en otro Racing, el de Genk. Esto da pie a lo que realmente me interesa contar, un par de historias bizarras.
El Racing de Genk es un club modesto, pero para lo que es el fútbol de Bélgica tiene una respetable historia. Logrado el pasaje a la Champions tras imponerse en su liga sus dirigentes pensaron: “Si nos llamamos Racing y pudimos ganar algo, no nos puede ir mal nunca” Y no solo trajeron a Grimi, sino que también ficharon a… Abel Masuero. Si, a pesar de llamarse Abel, también puede jugar una Champions. Y su carrera, bueno anda algo floja de papeles para jugar semejante evento. No hizo pie en sus comienzos en Gimnasia, pero un año a préstamo en Ferro le sirvió para ganar experiencia y volver al Lobo e irse a la B de la mano de C*pp* instantáneamente reclamar un lugar en el once titular, solo para caer en la agonía del descenso al final. Pero a pesar de ser horrible alguien evidentemente impresionó y en vez de jugar en los abismos de la ahora glamorosa B Nacional, agarró a su mujer, se fue para Bélgica y juega Champions League.
No es el único argento en un equipo de mierda (entre varios que hay). Trabzon es una ciudad turca al pie del Mar Negro y tiene un equipo de nombre Trabzonspor, que tiene como ex jugador por caso a Termofilo Gutierrez y que llegó a la Champions tras descalificación de Fenerbahce tras un enorme escándalo de corrupción. Allí pudo quedarse a robar juega Gustavo Colman. Colman ya saltó a la fama después de que el equipo celeste y grana se aprovechara de la cama que le estaban haciendo a DT del Inter un turbulento momento del Inter y les ganara en el mismísimo Meazza. Eso le permitió termear de ganarle al Barcelona y todas esas boludeces que dicen los jugadores que les acercan un fierrito por una vez en la vida, aunque también para ser buenos, haber jugado en Chaca (aunque su web diga Platense) y Germinal Beerschot de Bélgica con el “Trapito” Losada no te da mucho entrenamiento para manejar esas situaciones. En mi opinión puede ser el New Culio, espero que pueda cargar con tan pesada mochila, por lo menos la liga ya la comparten.
Si de Culio hablamos, hay que hablar de Rumania. Y Rumania aportó su equipo de mierda, el Otelul Galati. Y ahí está Gabriel Viglianti, el verdadero jugador del pueblo, el personaje del año (Para quien humildemente tipea) de la Champions. Ese antihéroe que vino de la nada para quitarle el brillo a la Champions. Estrictamente no vino de la nada, vino de Córdoba, que es peor. Se inició en Racing de Córdoba, jugó para Agrario de Río Tercero y pasó a Bolivia donde tuvo una prolífica carrera jugando para Unión Central, vendiendo humo en San José de Oruro y dejando hasta su sangre en Bolivar. El hecho de poseer su propio canal en You Tube, le valió la posibilidad de mostrarse al mundo y llegar a Rumania, donde no solo se adaptó muy bien, sino que también llegó a ser un gran jugador de PES. Todo esto y mucho mas lo convierten en el jugador a seguir de esta edición de Champions y que Messi y sus tirapiolas me la chupen
Ud., querido lector, se preguntará porque no un Adrian Calello, o su compañero Luisito Ibañez que vendía flores o un Esteban Solari en Chipre o un Tino Costa o hasta un Fideleff incluso. Es porque me da paja y no me interesa brindarme en absoluto para que usted disfrute su lectura. Pero a su vez también tiempo es lo que sobra para ver la Champions que Safarian no nos deja ver (?)
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