jueves, 29 de septiembre de 2011

Expediente Champions: La Champions que no vemos

Champions League, van dos fechas, llego tarde. Yo se que todos sabemos del muchacho este Messi, , ese Tevez que no entra porque no quiere, ese Higuain que hace dos de cada veinticinco, y tantos otros argentos que injusta, pero intencionalmente omito y pertenecen al grupo de los que brillan en los billares europeos o al menos han hecho carreras respetables. Incluso también está lleno de aquellos que hacen sus primeras armas en esta competencia y tienen brillantes futuros por delante o aquellos que simplemente olvidamos por distintos motivos. Y están los obreros del fútbol, que de pronto se encuentran bajo las grandes luces cuan humildes changarines arreglando una instalación eléctrica en el Alvear Palace Hotel de la nada (?) y que esperan su chance de convertirse en el nuevo Juan Emmanuel Culio. En busca de ellos inicié una investigación poco profunda, displicente, inconducente y carente de toda sustentabilidad.

Y e incluso ese grupo da para ciertas distinciones. David Abraham no goza de ninguna consideración positiva de ningún hincha de Independiente tras su paso, pero empiezo a creer que una Champions sin él no es Champions, ya que es un estandarte de un Basel, que se mete todos los años en esta cita. También está el caso de Leandro Grimi que después de su increíble paso de Racing al Milan, se inició en una violenta, pero lógica espiral descendente y recaló en otro Racing, el de Genk. Esto da pie a lo que realmente me interesa contar, un par de historias bizarras.

El Racing de Genk es un club modesto, pero para lo que es el fútbol de Bélgica tiene una respetable historia. Logrado el pasaje a la Champions tras imponerse en su liga sus dirigentes pensaron: “Si nos llamamos Racing y pudimos ganar algo, no nos puede ir mal nunca” Y no solo trajeron a Grimi, sino que también ficharon a… Abel Masuero. Si, a pesar de llamarse Abel, también puede jugar una Champions. Y su carrera, bueno anda algo floja de papeles para jugar semejante evento. No hizo pie en sus comienzos en Gimnasia, pero un año a préstamo en Ferro le sirvió para ganar experiencia y volver al Lobo e irse a la B de la mano de C*pp* instantáneamente reclamar un lugar en el once titular, solo para caer en la agonía del descenso al final. Pero a pesar de ser horrible alguien evidentemente impresionó y en vez de jugar en los abismos de la ahora glamorosa B Nacional, agarró a su mujer, se fue para Bélgica y juega Champions League.

No es el único argento en un equipo de mierda (entre varios que hay). Trabzon es una ciudad turca al pie del Mar Negro y tiene un equipo de nombre Trabzonspor, que tiene como ex jugador por caso a Termofilo Gutierrez y que llegó a la Champions tras descalificación de Fenerbahce tras un enorme escándalo de corrupción. Allí pudo quedarse a robar juega Gustavo Colman. Colman ya saltó a la fama después de que el equipo celeste y grana se aprovechara de la cama que le estaban haciendo a DT del Inter un turbulento momento del Inter y les ganara en el mismísimo Meazza. Eso le permitió termear de ganarle al Barcelona y todas esas boludeces que dicen los jugadores que les acercan un fierrito por una vez en la vida, aunque también para ser buenos, haber jugado en Chaca (aunque su web diga Platense) y Germinal Beerschot de Bélgica con el “Trapito” Losada no te da mucho entrenamiento para manejar esas situaciones. En mi opinión puede ser el New Culio, espero que pueda cargar con tan pesada mochila, por lo menos la liga ya la comparten.

Si de Culio hablamos, hay que hablar de Rumania. Y Rumania aportó su equipo de mierda, el Otelul Galati. Y ahí está Gabriel Viglianti, el verdadero jugador del pueblo, el personaje del año (Para quien humildemente tipea) de la Champions. Ese antihéroe que vino de la nada para quitarle el brillo a la Champions. Estrictamente no vino de la nada, vino de Córdoba, que es peor. Se inició en Racing de Córdoba, jugó para Agrario de Río Tercero y pasó a Bolivia donde tuvo una prolífica carrera jugando para Unión Central, vendiendo humo en San José de Oruro y dejando hasta su sangre en Bolivar. El hecho de poseer su propio canal en You Tube, le valió la posibilidad de mostrarse al mundo y llegar a Rumania, donde no solo se adaptó muy bien, sino que también llegó a ser un gran jugador de PES. Todo esto y mucho mas lo convierten en el jugador a seguir de esta edición de Champions y que Messi y sus tirapiolas me la chupen

Ud., querido lector, se preguntará porque no un Adrian Calello, o su compañero Luisito Ibañez que vendía flores o un Esteban Solari en Chipre o un Tino Costa o hasta un Fideleff incluso. Es porque me da paja y no me interesa brindarme en absoluto para que usted disfrute su lectura. Pero a su vez también tiempo es lo que sobra para ver la Champions que Safarian no nos deja ver (?)

lunes, 26 de septiembre de 2011

El Desertor

A uno le atraen historias que excedan lo común, mas no sea viéndolas en retrospectiva. Y están aquellas también a las que a sus protagonistas la Historia les reserva un lugar muy particular.


Y además hay casos como el del Sr. Miodrag Belodedici (Se pronuncia Belodedich) o “El Venado” por el promiscuo accionar de su mujer su estilo elegante de juego, y que nació en el sudoeste de Rumania, allí donde las montañas confunden el territorio rumano del serbio (?).  Empezó pateando una bocha en un club maravillosamente llamado Minerul Moldova Noua y de allí lo llevaron a un emprendimiento especial llamado Luceafărul, donde la federación rumana juntaba a los talentos más prometedores del país todo. Una especie de Camino a la Gloria, pero más comunista y sin Pergolini ni baldoseros (?), que además competía oficialmente. Esa vidriera lo llevó al equipo de la Armada Rumana, el Steaua de Bucarest, que llevaba adelante un proceso de renovación importante tras varios años sin títulos (inaceptable para un equipo de ese talante).
No es solo sinónimo de tomar marcas
Tardaron en llegar los títulos, pero después de muchos tongos asquerosos años de trabajo, empezaron a llegar. El punto máximo de este ciclo llegó en 1986 en Sevilla. Después de superar a los campeones de Dinamarca, Hungría, Finlandia y Bélgica en ese orden, se enfrentó al Barcelona.  Dejó de lado el fútbol ofensivo que venía practicando y solo se limitó a contener y desgastar al Blaugrana. Ducadam pasó a la inmortalidad y contuvo cuatro penales para ganar la Champions, aunque a un costo de 40 o 50 hinchas Militarii que desertaron en el desarrollo del partido. Desafortunadamente en Tokyo presentaron un equipo disminuido respecto de aquel que dio el gran golpe en Sevilla, pero al objeto de este artículo le fue negada por el juez la oportunidad de convertirse en el ídolo de cualquier bostero termo , ya que cayeron ante el River de Candelmo Hector “El bambino” Veira.
Disgustado con el destrato que se daba con el tiempo a él y a sus compañeros, decidió que su etapa en Rumania estaba cerrada. Pero salir del sistema cerrado de los Ceaucescu en esa época sería una empresa difícil. Aprovechando sus contactos con las más altas esferas del poder por jugar en el equipo de la milicia, logró que le concedieran un pasaporte y escapó al sur a poner una hostería en El Calafate a Yugoslavia, con la excusa de que su madre tenía un permiso para visitar a su familia en Serbia. Conseguir asilo político, al ser Yugoslavia otro país del bloque comunista le fue fácil, pero más allá de que no estuvieran muy contentos en Rumania con la deserción de Belodedici, cualquier jugador del plantel de Steaua, solo por pertenecer al plantel, tenía rango militar, lo cual le valió una condena de 10 años In Absentia por Traición a la Patria, que con la caída del régimen de Ceaucescu, fue revocada.

Una vez resuelto el temita este de la huída y del asilo político, surgió otro tema: Donde jugar al fútbol. Hay regiones donde el equipo más popular es uno de otro país por ausencia de un club de peso, por cuestiones representativas, por el peso de la globalización, o más de una de las situaciones ya mencionadas, y ejemplos hay varios: Celtic en Irlanda, Boca en Bolivia, los equipos ingleses en Asia o África y el Estrella Roja en el sur de Rumania. Belodedici era una de los tantos rumanos que simpatizaba con el equipo de Belgrado. Entonces un día se apersonó en un entrenamiento, obtuvo una cita con el manager del equipo y le explicó quien era y que quería jugar en el equipo, que era hincha, que conocía a todo Estrella Roja, que lo veía siempre y que justo en su puesto el titular ya estaba un tanto añejo. Cuando se disipó todo ese humo de la oficina, su futuro empleador cayó en la cuenta de quién era su interlocutor recordando algún partido internacional, no dudó.
 Después de un año de suspensión de FIFA (Nunca rescindió su contrato con Steaua) y mundial de 1990 con Rumania de por medio (Para ese entonces ya le habían levantado los cargos de traidor), en 1991 Belodedici tenía su cita con la historia. El lugar, Via del Mare, en Bari. La ocasión:  final de Champions Liga League. Las figuras de ese equipo yugoslavo eran cracks de verdad como Prosinecki, Savicevic, Jugovic, pero en la final el sistema defensivo liderado por Belodedici fue clave. Un partido de gran nivel técnico, mas árido en emociones, vio al Crvena Svezda alzarse con la orejona por penales. Belodedici anotó el suyo y se convirtió en el único hombre tras la Cortina de Hierro en haber ganado mas de una vez la competencia máxima en Europa. Seis meses fue a Tokyo nuevamente, y se clavó un par de sakes y a una geisha se dio la revancha y se alzó con la Intercontinental contra las zorras Colo Colo por amplio margen.

Descendió la guerra sobre Yugoslavia y Belodedici se fue a España corriendo detrás de las pesetas al Valencia, donde es muy recordado (y muy bien), en un paso durante el cual jugó el mundial de 1994 y de ahí se dedicó a robar se fue para Valladolid, Villarreal, Los Potros de Hierro de Atlante de México (donde no es muy  bien recordado) y jugó un buen rato antes de retirarse en Steaua, su equipo original.

Hoy dirige el fútbol juvenil en su Rumania natal y aunque dicen que estuvo involucrado en un par de manganetas, sigue siendo una figura muy respetada e incluso tiene una línea de cervezas consagradas a su imagen. Podrán seguir seguir brotando los Belodedicis, Popescus, Hagis y Lacatuses (?) bajo su gestión, pero que Palermo me perdone lo que voy a escribir (?) su carrera como futbolista fue verdaderamente de película

De regalo, bajate tu Wallpaper de Belodedici(?)

martes, 20 de septiembre de 2011

Juan Polti, half-back

Simplemente voy a aprovechar el talento de otros mientras me saco la paja de encima para escribir algo nuevo y contar una de esas historias que merecen ser contadas. Además me voy a valer de la ayuda de uno de los mejores escritores que hubiera en ambos márgenes del Río de la Plata, en esos momentos históricos, Horacio Quiroga, quien seguramente lo hará mucho mejor que lo yo jamás sueñe hacerlo.
"El Indio" Abdón Porte fue indiscutible de 1911 a 1918 y por 207 partidos como centrocampista defensivo del Club Nacional de Football, donde destacaba por sus habilidades defensivas. De aquí en mas tienen que saber que a partir de ahora un Horacio Quiroga convierte a Abdón Porte en “El Ruso” Pérez Juan Polti en el cuento intitulado Juan Polti, half-back, que se vio conmovido por su historia y su desenlace. Esta es su historia, que palabra más, palabra menos, refleja y sintetiza de gran manera la historia de Abdón Porte:

" Cuando un muchacho llega, por a o b, y sin previo entrenamiento, a gustar de ese fuerte alcohol de varones que es la gloria, pierde la cabeza irremisiblemente. Es un paraíso demasiado artificial para su joven corazón. A veces pierde algo más, que después se encuentra en la lista de defunciones.
Tal es el caso de Juan Polti, half-back del Nacional de Montevideo. Como entrenamiento en el juego, el muchacho lo tenía a conciencia. Tenía además una cabeza muy dura, y ponía el cuerpo rígido como un taco al saltar; por lo cual jugaba al billar con la pelota, lanzándola de corrida hasta el mismo gol.
Polti tenía veinte años, y había pisado la cancha a los quince, en un ignorado club de quinta categoría. Pero alguien del Nacional lo vio cabecear, comunicándolo enseguida a su gente. El Nacional lo contrató, y Polti fue feliz.
Al muchacho le sobraba, naturalmente, fuego, y este brusco salto en la senda de la gloria lo hizo girar sobre sí mismo como un torbellino. Llegar desde una portería de juzgado a un ministerio, es cosa que razonablemente puede marear; pero dormirse forward de un club desconocido y despertar half-back del Nacional, toca en lo delirante. Polti deliraba, pateaba, y aprendía frases de efecto:
-Yo, señor presidente, quiero honrar el baldón que me han confiado.
Él quería decir blasón, pero lo mismo daba, dado que el muchacho valía en la cancha lo que una o dos docenas de profesores en sus respectivas cátedras.
Sabía apenas escribir, y se le consiguió un empleo de archivista con 50 pesos oro. Dragoneaba furtivamente con mayor o menor lujo de palabras rebuscadas, y adquirió una novia en forma, con madre, con madre, hermanas, y una casa que él visitaba.
La gloria lo circundaba como un halo.
"El día que no me encuentre más en forma -decía-, me pego un tiro".
Una cabeza que piensa poco, y se usa, en cambio, como suela de taco de billar para recibir y contra-lanzar una pelota de fútbol que llega como una bala, puede convertirse en un caracol sonante, donde el tronar de los aplausos repercute más de lo debido. Hay pequeñas roturas, pequeñas congestiones, y el resto. El half-back cabeceaba toda una tarde de internacional. Sus cabezazos eran tan eficaces como las patadas del team entero. Tenía tres pies, ésta era su ventaja.
Pues bien: un día Polti comenzó a decaer. Nada muy sensible, pero la pelota partía demasiado a la derecha o demasiado a la izquierda; o demasiado alto; o tomaba demasiado efecto. Cosas éstas todas que no engañaban a nadie sobre la decadencia del gran half-back. Sólo él se engañaba, y no era tarea amable hacérselo notar.
Corrió un año más, y la comisión se decidió al fin a reemplazarlo. Medida dura, si las hay, y que un club mastica meses enteros; porque es algo que llega al corazón de un muchacho que durante cuatro años ha sido la gloria de su field.
Cómo lo supo Polti antes de serle comunicado, o cómo lo previó -lo que es más posible- son cosas que ignoramos. Pero lo cierto es que una noche el half-back salió contento de casa de su novia, porque había logrado convencer a todos de que debía casarse el 3 del mes entrante, y no otro día. El 2 cumplía años ella y se acabó.
Así fueron informados los muchachos esa misma noche en el club, por donde pasó Polti hacia media noche. Estuvo alegre y decidor como siempre. Estuvo un cuarto de hora, y después de confrontar, reloj en mano, la hora del último tranvía a la Unión, salió.
Esto es lo que se sabe de esa noche. Pero esa madrugada fue hallado el cuerpo del half-back acostado en la cancha, con el lado izquierdo del saco un poco levantado, y la mano derecha oculta bajo el saco.
En la mano izquierda apretaba un papel, donde se leía: "Querido doctor y presidente: Le recomiendo a mi vieja y a mi novia. Usted sabe, mi querido doctor, por qué hago esto. ¡Viva el club Nacional!".

Y más abajo, estos versos:

"Que siempre esté adelante
el club para nosotros anhelo
Yo doy mi sangre por todos mis compañeros,
ahora y siempre el club gigante
¡Viva el club Nacional!"

El entierro del half-back Juan Polti no tuvo, como acompañamiento de consternación, sino dos precedentes en Montevideo. Porque lo que llevaban a pulso por espacio de una legua era el cadáver de una criatura fulminada por la gloria, para resistir la cual es menester haber sufrido mucho tras su conquista. Nada, menos que la gloria, es gratuito. Y si se la obtiene así, se paga fatalmente con el ridículo, o con un revólver sobre el corazón."

La cuestión y para resumir es que Porte se suicidó en el mismisimo campo central del Parque Central (El aún hoy estadio de Nacional de Montevideo), donde brillara con toda su gloria el día posterior a su último partido con la divisa bolsonera. En su nota mencionada en el cuento figuran estas palabras hacia su amado Nacional:

"Nacional aunque en polvo convertido / y en polvo siempre amante. / No olvidaré un instante / lo mucho que te he querido. / Adiós para siempre

lunes, 12 de septiembre de 2011

En Futbol Manda Pelota


Este es el homenaje que le hizo Volkswagen
A Velibor 'Bora' Milutinovic, muchos lo recuerdan como ese pintoresco entrenador serbio con ese acento tan característico y vocabulario mexicano de bizarra trayectoria como trotamundos del fútbol que incluyó disimiles países y clubes. Dirán que es un ladri, que con tal de estar en un mundial se habría vestido hasta de referí (así, con acento final en la i), aunque también autor de máximas intocables del fulbo como (esta es textual) “En fútbol manda pelota” u otras más circunstanciales y místicas como "Antes del Mundial de Corea/Japón 2002 entré a una iglesia para hablar con Dios. Me preguntó, ´¿qué quieres, Bora?´, y yo le dije: ´Lograr lo mismo que Francia´. Y Dios cumplió con su palabra. Francia y China fueron en ese Mundial los dos únicos países que no marcaron goles. Claro, yo me refería a lograr lo que Francia hizo en 1998" y que dejó otras máximas de la vida en referencia a su multimillonaria esposa mexicana acuñando la frase "Nacer pobre no es un pecado. Sí lo es no casarse con una mujer rica".

"Que hacé' Nene?"

Pero este hombre es una leyenda del fútbol. Su carrera como jugador se inició en el FK Bor, aunque Bora en su final como jugador luego se mudo a Belgrado para jugar con el OFK y luego con el poderoso Partizan de Belgrado (junto a sus dos hermanos) y luego mudar su exquisita pegada y fina categoría al opulento principado de Monaco donde jugara para el equipo de futbol homónimo. Luego jugó en diversos clubes franceses y suizos en una trayectoria con forma de espiral descendente hasta encontrar su lugar en el mundo con los Pumas de la UNAM, donde vistiera la pesada casaca número 10 del equipo felino y allí terminar su carrera de jugador.

Pero es como entrenador donde alcanza su status mítico, ya que al retirarse como jugador en Pumas comienza su loca carrera hacia la eternidad entrenado allí y luego en clubes como San Lorenzo, Udinese y mas allá en el tiempo otras luminarias del fútbol globalizado de hoy día como los Metrostars (donde se reencontrara en el fenomenal Alexi Lalas, luego de los gratos momentos que compartieran en el mundial 94) y Al Sadd (donde por un par de años no se cruzó con Mauro Zárate).
Pero como dijera alguien ya un mundial sin Bora y Macaya (?) no es mundial. En 1986 llevó (junto al piruetista y enemigo visceral de Lavolpe, Hugo Sánchez) a su México que lo adoptó en su mundial a unos cuartos de final donde solo fueron derrotados por Alemania desde el fatídico punto del penal. En 1990 sorprendió al mundo cuando llevó al virtualmente desconocido por el mundo del fútbol equipo tico (de Costa Rica) a octavos de final en su regreso a la península ítalica. En 1994 obtuvo el mote de trabajador de los milagros, por llevar a otro equipo de la CONCACAF, que también organizaba su mundial, como Estados Unidos a octavos de final a costa del infortunio de Colombia y en 1998 obtuvo el record de ser el único técnico en clasificar a cuatro seleccionados distintos a la segunda ronda de los mundiales, llevando a Nigeria a octavos en Francia 1998, pero resultando una experiencia poco halagüeña, dado el gran potencial del siempre talentoso, pero también díscolo e irresoluto prototipo del jugador nigeriano. Finalmente Milutinovic también se destaca por ser el único director técnico en haber clasificado o dirigido a cinco países diferentes a la Copa del Mundo, al lograr la historia clasificación al máximo mitín (palabra comunista si las hay) a un muy limitado equipo chino en 2002, donde su paso a excepción de lo histórico de la situación fue olvidable.
También su chance  de estar en el mundial 2006 se esfumó, pero sentó las bases (incomprobable) del equipo hondureño que fuera a Sudafrica y finalmente fue a por todas en Jamaica con los Reggae Boyz, pero luego de seis derrotas consecutivas, vinieron los dirigentes en vueltos en una rara humareda y con los ojos inyectados en sangre (estimo que no fue ni por ira ni por calentura para ningún caso) y le pidieron calmadamente que diera un faso al costado, por lo que entendió que debía marcharse. Como no consiguió equipo para dirigir un Mundial, pensó que después de tanto tiempo si no conseguía dirigir a uno de los 32 mundialistas, debía buscar algo parecido, pero después de trabajar en lugares tan exóticos debía buscar un lugar tranquilo para disfrutar. Y en ocasión de la Copa Confederaciones en 2009 le dijo a su mujer: “Vieja, hacé las valijas, nos vamos a Iraq” Para ser una especie de marginales del circuito Mainstream del circo global del fútbol, dos empates y una derrota, no son malos números, mas considerando que empató con Nueva Zelanda, único invicto del Mundial y los locales Bafana Bafana Te Afanan (?) y fue derrotado por el mínimo margen por es escuela de fútbol que dicen que es España con gol de Messi

Supongo que por su personalidad Bora quisiera una semblanza de esta calidad, con algo de humor aunque mal escrita. Y se lo dedico porque soy hincha pero hincha termo, eh de Velez. Dudo que algún fortinero entienda lo que la buena estrella de este trotamundos hizo por Velez. Cuando coincidieron Bora y Chila en San Lorenzo hubo una sola persona que ayudó a perfeccionar la pegada del talismánico golero del Paraguay (declarado por el propio Chilavert, pero ando corto de archivo). Si, Bora. Hasta en este detalle este enorme y querible personaje del fútbol mundial ha extendido su indiscutible calidad de influyente. Para él este humilde homenaje de un servidor de ferné.