jueves, 24 de enero de 2013

De Potreros y Extraterrestres


Si ud. se encargara de hacer una secuencia sobre los tópicos que este espacio cubrió se dará cuenta  que poco se ha hablado de un espacio geográfico puntual que es la Argentina. A excepción de ese refrito de Monti que igual era italiano y ese espacio que es "¿Que pasó?" que maneja un código distinto a lo que originalmente se buscaba hacer en este blog y que se debe principalmente a raptos de exceso de consumo de etílico y estupefacientes lima, no buscamos repasar historias de aquí porque para eso está Alejandro Fabbri (?). Pero eso se va a acabar, al menos para este post que ud. leerá a continuación.

Nos daremos una vuelta por ese hermoso ente que es el llamado "Futbol Federal", ese espacio que hasta Grondona Dios parece haber olvidado, siempre y cuando se vea desde el punto de vista de un porteño puto. Allí cohabitan equipos de gran raigambre popular, equipos de pueblo, equipos que piden amparos en la Justicia a pedido de Vila tuvieron sus quince minutos de gloria (o mas) en los Nacionales de antaño (y no tan de antaño) y desesperadamente buscan repetir aquellos tiempos mejores; ese fútbol donde el poder de un equipo puede residir en el peso de su historia, el arrastre de su gente, el talento de su plantel, o simplemente en cuan irreductible y recóndito sea el espacio geográfico donde el equipo en cuestión haga de local.
Con el concepto de dar un empuje a los equipos de todo ese conglomerado que incluye a todo el país menos Capital + GBA, la Copa Argentina es un torneo conceptualmente fantástico, mas de pésima implementación en el plano fáctico. Por su estructura competitiva y mas allá de las cuestiones equívocas en cuestiones organizativas, además de brindar a aquellos mas humildes que pueblan la Argentina que los porteños no queremos ver Profunda (?) la chance de cruzarse en el camino de aquellas vacas sagradas (?) que son los grandes equipos de la primera división, tiene el atractivo de que en sus etapas preliminares, fomenta rivalidades regionales, que por ese abismo futbolístico/organizacional/infraestructural que existe entre el Argentino A y el Argentino B no logran darse dentro del marco desorganizativo del Consejo Federal.
Como cubrir todo el fútbol que no organiza la AFA es muy extenso, nos enfocaremos ste último aspecto en una de las provincias, donde el fútbol no supo alcanzar su máxima expresión, pero el interés en que lo haga es muy importante desde el ámbito político (porque quien escribe tiene un inexplicable sesgo en cuanto a mezclar el fútbol con la política)

Desde la provincia de San Luis, tierra del "Búfalo" Funes, el Wi-Fi, los inmuebles a precios irrisorios y las autopistas iluminadas, el Alberto Rodriguez Saa (al que no hay que confundir su hermano Adolfo, que se la come fuera efímero y moroso presidente de este país) causo una mezcla de estupor, asombro, incredulidad, risa y lástima al contar que había tenido una revelación donde había visto a extraterrestres provenientes de un planeta llamado Xilium un día (Vaya casualidad) 17 de Octubre. Anoticiados de la lamentable gaffe y de cuan expuesto había quedado la demencia megalómana de su jefe, el equipo de asesores del Alberto, logró modificar levemente el discurso del líder espiritual puntano, de modo que este encuentro del tercer tipo con esta gente del planeta Xilium en realidad era una revelación que se le presentó de una sociedad útopica a la que el aspiraba y que tomó como referencia de lo que debía ser su (¿)amada(?) San Luis. De todos modos la percepción general no varió y fueron pocos (aunque en realidad mas de los que deberían haber sido) los pos me*mistas que  votaron en las internas del llamado Peronismo disidente, al demente mandatario megalómano puntano, en detrimento de un famoso narcopolítico bonaerense no colombiano. Esto no fue impedimento para que el equipo de imagen de este muchacho construyera un relato en base a comparaciones entre la abstracta y utópica Xilium y la San Luis terrenal donde todos maman de esa gran teta que es el estado provincial, por lo que Xilium ahora es San Luis lo que "... Para Todos" es al Gobierno Nacional.

Ahora intentaré darle todo el sentido posible a lo explicado anteriormente, indicando que carajos tiene que ver el fútbol y la política feudal que impera en alguna provincia. Ante la imposibilidad de que los dos equipos mas representativos de la provincia como Juventud Unida Universitario, cuyo manager es el Chapulín Martín Cardetti y Club Sportivo Estudiantes, gerenciado por el nefasto Carlos Ahumada Kurtz, empresario Saltamuro mexicano que mandara a Talleres al Argentino A durante su gerenciamiento, se enfrentaran por obvias diferencias en la categoría de ambos (El La Juve de Italia en el Argentino A y el Verde en  el Argentino B) y la falta de folklore en los encuentros de los conjuntos alternativos de ambos cuadros en la liga local ante la prohibición de presencia del público visitante, el Alberto decidió sacar rédito político de la situación. Anunció en su programa de FM en FM Lafinur apropiadamente intitulado "Planeta Xilium" la disputa de la apropiadamente llamada "Copa Xilium" entre los dos antes mencionados equipos de la provincia. El modo de competencia, se disputaría a ida y vuelta, pero en ambos casos se jugaría en cancha neutral, con la presencia de los adeptos a los colores de ambos equipos. El primer partido se jugaría el cargadísimo de efemérides (?) 17 de Octubre, día de la Lealtad Peronista y aniversario de la llegada de los habitantes del planeta Xilium, que es lo mismo que decir, día de la Lealtad Xiliuminista (?). La fecha del partido de vuelta, en cambio, quedaría sujeta a condiciones varias, como ser el progreso de los equipos en la Copa Argentina, posibles cambios en los calendarios de sus respectivas ligas, etc.
En lo que respecta a lo estrictamente futbolístico y a la Copa Xilium en si, hay que decir que tuvo todo lo que un clásico debe tener. Mucho color, termocefalia y decibeles en las tribunas y dentro de la cancha, mucha pierna fuerte, mucha fricción, mucho nervio, expulsiones de ambos lados tánganas, termocefalia, venta de humo, etc. El único gol del partido llegó cuando Juventud Unida pagó muy caro una mórbida ejecución de un tiro de esquina, ya que a la salida del mismo, Daniel Garro (Para quien escribe, es el Jonathan Copete puntano), impuso su tranco largo, agregó un poco de habilidad, bastante oficio para no ser derribado y completó la manufactura con un zurdazo impactante.
Para documentar este partido, el Diario de la República, a pesar de ser evidentemente tirapiolas del gobierno provincial (de no ser así ya estarían en una zanja), armó una especie de corto, donde se captura el color y la intensidad del partido, que está bien hecho, posee buena imagen y está fantásticamente musicalizado. Para destacar el saco vino tinto del Alberto, cuando el relator le dice “Master” al caudillo puntano y ya sobre el final de mismo, la termocefalia de un preadolescente llorando por el resultado positivo de su querido verde.



El partido de vuelta terminó jugándose con fecha 5 de diciembre, porque se le cantó los huevos a alguien y Estudiantes y Juventud Unida finalmente zanjarían la disputa de ver quien la tiene mas larga en San Luis, lo que es al pedo, porque si no te llamás Rodriguez Saa y te empomás a Esther Goris no hay manera que no seas vos. El partido, dirigido por el internacional comegato rosarino Sergio Pezzotta, fue igual de intenso y cerrado y tuvo los mismos condimentos que el anterior a pesar de que después de 10 minutos empataban 1 a 1 tras sendas acciones a balón parado. La fortuna sonreiría en la última ola de la noche a la vieja señora puntana (?), después que Pezzotta diera la friolera de 5 minutos de recúpero y de que tras una bocha suelta de una pelota parada mal jugada, terminara en un tiro cruzado que sería el gol que terminó enviando el partido a la mal llamada lotería de los penales. La cuestión es que Estudiantes no se recuperó del impacto anímico y en los penales dio asco, lo que terminó dando la Copa Xilium a Juventud Unida.
Este corto del Diario de la República tiene el mismo tenor que el del primer partido y es destacable ver al Alberto fumando en el banco de suplentes durante el primer preliminar y la venta de humo de manual del número 9 de Estudiantes cuando se retira tras el cambio, sobre todo porque después le re-cabió.



Mas allá de lo que fue el torneo en si, la rivalidad entre estos dos equipos o la demencia del Alberto, tengan en cuenta que si lo votan en las presidenciales de 2015 y gana, mas allá de las casas a 70 mangos por mes, las autopistas iluminadas y el Wi Fi universal, por ahí la Copa Xilium en el 2016 la juegan Aaaaaaca y RiBer.  Ya no van a poder decir que este humilde servidor nunca les avisó.

miércoles, 9 de enero de 2013

No para de perder: Que paso en la pretemporada de Unión


Un intento de levantar la moral en los primeros días de la pretemporada que Unión de Santa Fe lleva en el predio del Sindicato Argentino de Televisión en Arroyo Leyes  terminó en fracaso, incluso contra las probablidades estadísticas y matemáticas, cuando se organizó una actividad recreativa-competitiva pero los 22 partidos sin halagos que lleva el equipo parecen haber hecho demasiada mella en sus integrantes, provocando que el torneo fuera declarado desierto. A continuación todos los detalles.
Cuando se cruzó con un corresponsal de Tocuén es Fulbo en Santa Fe un entrenador de pigmentación carmesí que predica el buen juego y los valores morales, pero que ganó la Promoción con su anterior equipo minero mandando a esconder las pelotas a mas de 20 minutos del final y consideró el anonimato como “Un activo muy valioso” explicó la no tan novedosa iniciativa: “Queríamos que los muchachos se vuelvan a familiarizar con ganar cosas y de paso generar un ambiente positivo de grupo, así que armamos un torneo de truco para que jueguen todos contra todos”.
-"Envido!" -"No ha venido"
Por su parte, el corresponsal de Tocuén es Fulbo, salió de un local nocturno con dificultades para modular y un inocultable olor a alcohol directo al encuentro del presidente de Unión que fue quien se encargó de aclarar donde salió mal la cosa: “Los pibes venían jugando bien el primer partido que les tocó, pero empezó a irse de madre cuando Perafán estaba jugando contra Jara y de cebado le cantó truco a un cuatro”. El presidente del descendiente club santafesino fue mas alla en los detalles: “A partir de ahí se fue todo a la mierda, el yorugua Correa no paraba de pedir Maldón, aunque le dijimos que no era de reglas uruguayas quince veces, Nicolás Bruna creyó que había ganado una partida de culo sucio porque le tocó el ancho de oro y no tenía ni para el envido, Fausto Montero estaba ganando su partido y cantó ‘falta envido negativo’ , lo ganó y volvió a cero puntos y Barisone tuvo flor 3 veces, pero le habían tocado las 3 con ancho y no se dio cuenta que esos anchos eran del mismo palo que las otras dos cartas”. El detonante, fue cuando todos los participantes tras 5 fechas mantenían la ilógica suma de 0 puntos y “al pelotudo de Franzoia le pidieron una birome para anotar, vino corriendo desde el lobby y se llevo puestas las mesas donde jugaban los otros” según el mandamás tatengue
Tras declarar el torneo desierto, los dirigentes y cuerpo técnico de Unión, ordenaron a la gerencia del predio donde se alojan, retirar cualquier cosa que pueda vincularse a algo mínimamente entretenido y el torneo de TEG que había organizado el cuerpo técnico fue momentáneamente suspendido hasta que “traigan las tarjetas de ‘autodestruir su propio ejército’ que mandamos a imprimir para que ganen todos y que le consigamos al pelotudo de Franzoia otro predio con decoración minimalista para que no se lleve puesto nada, porque viste como es el TEG”. El presidente continuó lamentándose, pero no dejó de ser positivo de cara al futuro: “La verdad que estamos en el horno pero por lo menos Cavallaro, que es el único que podemos vender, se fue a la Sub 20”

domingo, 6 de enero de 2013

Zambia 1993-2012: Mismo lugar, el morbo y la gloria


Hoy por hoy, con toda la explosión mediática a lo largo del globo, cuando uno sabe de historias como la que siguen a continuación, uno no sabe si realmente se apela a la fibra íntima del televidente, a algún sentimiento que se concientiza en el colectivo o simplemente al morbo, que hoy por hoy, vende mucho y no solo porque es lo único que nos ofrecen. Parece hace mucho tiempo y la vorágine de la vida misma y del calendario futbolero nos hace olvidar que solo hace un año, se cerró felizmente una historia, un círculo, que tardó mucho tiempo en cerrar y a un costo muy alto en lo humano. A su vez, la reseña de su versión anterior sirve como para palpitar ese maravilooso torneo por venir que es la Copa Africana de Naciones por venir, mas precisamente el mes que viene.

Corría el año 1993 y el fútbol africano finalmente empezaba a asomar en el plano global. Algunos de sus jugadores eran nombres relativamente conocidos en el plano europeo y Camerún en 1990 ya había dado un zarpazo en Italia. Otro que lideraba esta New Wave of African Football (?) era Zambia, los Chipolopolo, (putos balas cobrizas) quienes en los Juegos Olímpicos de Seul en 1988 jugaron con los documentos truchados, tenían mas de 30 derrotaron 4-0 nada menos que a un equipo italiano que tenía algún que otro nombre interesante. El núcleo de este equipo ilusionaba a toda una nación, ya que el sueño de llegar al mundial de USA estaba latente.
 Pero el pellizco del destino para despertar a toda una nación fue cruel, muy cruel. El avión que llevaba a 18 jugadores zambianos al partido que el equipo jugaba en Dakar, Senegal, tuvo un desperfecto técnico que el piloto ignoró. El avión partió del aeropuerto de Libreville, Gabón tras una parada técnica. Tras un breve recorrido, el avión de la Fuerza Aérea de Zambia se estrelló en el mar, acabando con la vida de todos los que estaban allí incluyendo al arquero ex-Bicho Chabala. Golpe duro para la Nación en general  y para el equipo. Y a partir de ahí arrancaron todas las boludeces chauvinistas que pueden pasar tras estos episodios. Sumado a que un referí de Gabón perjudicó a Zambia en esas mismas eliminatorias, las autoridades de Gabón casi ni investigaron porque de Zambia no les pagaban nada, la gente de Gabón quejándose de porque  las instalaciones en la morgue eran exclusivas para los jugadores de Zambia y no para los nativos muertos, en Zambia se empezó a usar la palabra Gabón como sinónimo de “Mala Leche”…
 Mientras, para algunos la vida debía seguir, particularmente para su estrella capitán y talismán Kalusha Bwalya, corrió mejor suerte ya que al jugar en Holanda, por disposición de su club no viajaba junto a sus compañeros. A pesar de haberse jurado llevar a Zambia al mundial igual en honor a sus compañeros caídos, Zambia capituló ante una gran generación de jugadores marroquíes y así perdió  la chance de viajar a disputar el mundial a la tierra del consumismo y la obesidad mórbida (?), mientras que en el plano continental, meses después, jugó un gran fútbol, sorprendiendo al mundo, pero perdió en la final ante otra potencia africana emergente: Nigeria.
Bwalya jugó para Zambia hasta casi los 40 años. Pero su sueño de alcanzar una copa del mundo para su querida Zambia y honrar así a sus compañeros fallecidos estaba cada vez mas lejos.  Armó un plan y asumió la dirección técnica de la selección y en 2008 llegó a presidente de la federación de futbol de su país. Participó en tres Copas Africanas quedando afuera en primera ronda en las primeras dos y llegó a cuartos de final en la restante.

Llegó la Copa Africana de Naciones del 2012. No llegó en buen momento para Zambia. Sin entrenador, casi sin jugadores de renombre, Bwalya optó por un plan un tanto arriesgado: Juntó a los jugadores mas prometedores y juveniles del medio local para sumar a los experimentados que jugaban a lo largo del continente y trajo de vuelta a un técnico cuestionado en ese país: el francés Herve Renard: Una especie de Luisito Zubeldía (?) cabulero de las camisas ajustadas, pero férreo en el manejo de grupo y notable tacticista, un trotamundos del fútbol, que dirigió muchos equipos de mierda e incluso una empresa de recolección de basura pero cerró porque tenía quilombo con los afiliados a Moyano. Para agravar el clima se lesionó la mitad de los jugadores que tenía jugando en Europa: Jacob Mulenga, hombre del Utrecht holandés. Solo con experiencia europea quedaba el juvenil Mayuka, en el futbol suizo. Pero apostaron a que la unión de grupo, su conocimiento y su mística los llevaría lejos. Y además el lugar donde era la cita representa eso que nutren los sueños mas locos. La CAN era en Guinea Ecuatorial y en Gabón. Gabón, ese lugar donde Zambia dejó su mejor generación de futbolistas y no la recuperó jamás. Con un pequeño detalle, saliera como saliera, con cualquier combinación de resultados a Gabón solo llegaría clasificando para jugar el partido final. Como con Grecia y Dinamarca en Europa, Iraq en Asia, los Chipolopolo escribirían una epopeya.

El debut era con Senegal, en Bata, Guinea Ecuatorial. Senegal venía para ganar la copa, con una delantera temible, pero Zambia marcó el comienzo de lo que sería el torneo para ambos, Zambia con el experimentado Katongo,  el hábil Kalaba y el potente Mayuka arriba y una defensa rocosa abajo, paró a un Senegal que empezaba a ensayar una frustración. Luego, el mismo estadio vio a Libia (con alta carga emocional también tras jugar por primera vez sin la dictadura de Gadafi detrás suyo)  y empató en dos goles tras ir dos veces abajo con tantos de Katongo y Mayuka. Para cerrar el grupo jugaba con el local Guinea Ecuatorial en Malabo. Si Zambia ganaba, ganaba su grupo y evitaba a Costa de Marfil. Si empataban el rival era Costa de Marfil y si perdían la eliminación podía ser una posibilidad. Katongo con su gol desterró todas las dudas y Zambia se aseguró quedarse en Bata (muy de entrecasa) para jugar los cuartos ante Sudán. De a poco dejaban de llamar la atención por ser ese equipo que se formaba raro para la foto
Ante la concurrencia de 200 personas Zambia ganó tres tantos a cero y seguía el sueño latente. En el mismo estadio, el rival era un grande del continente: Ghana. Había mucho en juego. Zambia estaba a un partido de cumplir el sueño de toda una nación de volver a Gabón. Pero también Renard se jugaba una parada personal. Había sido preparador físico de Claude LeRoy en Ghana y algunos se lo recordaron despectivamente: Hinchas, periodistas y jugadores ghaneses. Un penal de entrada atajado a Gyan, presuponía un horizonte bravo para Zambia que iba bien de punto.  Pero de a poco fue nivelando y emparejando el partido de acuerdo al plan de Renard y ahí el estratego dio la estocada final. Se lo había guardado a Mayuka para el momento final del partido y ahí el fenomenal jugador juvenil dio el pasaje al partido que Zambia esperó mas de 18 años con un golazo.

Había llegado el gran momento. No era la final, no era la hora del partido. Solo cuando el avión posó sus ruedas sobre el aeropuerto de Libreville, todo este viaje bizarro tuvo sentido. No sacaron a relucir una mística grupal solo para reírse en la cara de las casas de apuestas, periodismo especializado y muchos escépticos en su propia tierra. Previo al partido volvieron al lugar, como plantel, como nación a rendir homenaje a aquellos que por ir a jugar dejaron su vida en el Atlántico, en una emotiva, pero solemne ceremonia.
El partido presentaba un escenario donde Zambia no tendría lugar para cuestiones emocionales. El rival era Costa de Marfil, que dejando de lado cuestiones de ola polar pectoral histórica (?) traía consigo una gran campaña sin goles en contra en todo el torneo, sustentada en las mega estrellas europeas. El partido fue uno de esos que encajan perfectamente con el preconcepto de lo que una final debe ser. No necesariamente bien jugado, con mucho nervio, mucho músculo, poca claridad, pero a su vez no exenta de emociones con Zambia esperando como todo el torneo y con los elefantes marfileños con alguna dificultad para ponerse la pija el traje de banca y tomar la iniciativa del juego. Zambia de entrada tuvo una chance con la pelota parada (su arma predilecta), pero después a Zambia se le complicó trascender en el partido. Inmediatamente después Drogba erró uno de esos goles que no suele ni debería errar y a la hora de juego mandó un penal a las nubes. A partir de ahí a Costa de Marfil le costó todo el doble. El partido se iba a tiempo extra, donde los arqueros serían probados una vez por bando, pero no sería suficiente para romper con el cero. Había que ir a penales. Y allí se iban a imponer los Chipolopolo. 7 penales convertidos por cada lado fueron el prólogo del momento cúlmine. Gervinho, ya sea por llegar mal pisado, una incorrecta inclinación del cuerpo, estar cagado en las patas, lo que fuera, mandó su penal a la mierda. Ahora, el que quedaba con la gloria a sus pies era el defensor central Stoppila Sunzu. El hombre del TP Mazembe hizo lo que tenía que hacer: mandó el útil al lado exactamente opuesto al que fue la estéril volada del golero marfileño Barry. Y se desató la locura. El camino tuvo todo y la gloria ahora era de Zambia
 






Muchas veces, lo estrictamente deportivo se mezcla con historias que no tienen que ver con lo estrictamente deportivo. Y a veces apuntamos a eso. La pérdida de una generación entera de jugadores es muy fuerte. Torino nunca pudo volver a ser lo que era después de la tragedia de Superga.  Pero Manchester United después de Munich, Alianza Lima después de la tragedia de Ventanilla y ahora podemos sumar a Zambia; son muestra de que deportivamente hay posibilidad de recuperarse de este tipo de infortunios. No quiero que quede flotando ese mensaje de optimismo ni quiero plegarme a esa idea de que el triunfo de Zambia fue un homenaje a los caídos allí. Es válido el recuerdo para ellos y para aquellos malogrados en las tragedias antes mencionadas siempre, por eso este artículo tiene una parte importante dedicada a ellos y porque también es indispensable para entender lo que pasó después. Pero no hay logro deportivo que compense las carreras y los sueños truncados, ni la tristeza de la gente en general y ni hablar de la gente mas cercana a ellos. De todos modos mas allá de esta reflexión entre la relación futbol-necrofilia, hay que recordar y destacar, que al igual que en el posteo anterior de Grecia, este logro deportivo de un equipo sólido, superior como unidad colectiva respecto de la suma del potencial de sus individualidades colectivas y que salvo por el triste trasfondo de la tragedia ocurrida 19 años atrás, nadie tenía en cuenta. Todas las crónicas hicieron eje en lo que pasó ese 25 de abril de 1993 y parece que se fue del foco de la opinión general que aquí hay un grupo de talentosísimos jugadores juveniles que pueden empezar a escribir su propia historia, una mas grata y no están solo para cerrar la de aquellos que infelizmente ya no están. Y no mezclar el morbo con un logro deportivo.