sábado, 24 de diciembre de 2011

Ser Campeón Es Detalle

Hace poco tiempo puse un pequeñísimo homenaje a Sócrates, en ocasión de su fallecimiento y creo que es momento que ya pasó esa careteada inmediata post-mortem que suele rodear a estos personajes. Me voy a centrar  en el mayor proyecto del que Sócrates fuera parte y lo haré en base a un documental, narrado mayormente por los protagonistas y que refleja bien lo que era la Democracia Corintiana como sistema democrático y también refleja lo bien que jugaba ese Corinthians del bienio 1982-1984.

La historia latinoamericana tuvo un nefasto denominador común a partir de la década del 50’ y que se estableció durante la década de los 60’: Las dictaduras militares. La historia nos lleva a enfocarnos en Brasil, dictadura  que tuvo un rasgo distintivo: La disfrazaron de democracia. Inventaron un sistema bipartidista y de elección indirecta (a través de colegios electorales) de modo que el partido del que eran parte los militares, el ARENA (Aliança Renovadora Nacional) tuviera mayoría  siempre, y donde perdía efectuaba una intervención llamada Federal. El otro partido tenía una presencia meramente testimonial, porque además de que los militares tenían mayoría automática, el partido opositor asentía silenciosamente a los actos del gobierno militar. Una vez instalado el régimen los militares arrancaron con la represión violenta, pero no duraría tanto, ya que un manejo propagandístico acertado, donde al pueblo en la cara se le exalta ban bondades y ventajas de la nación y la geografía brasileñas (básicamente, el tocuen de que son felices y viven en la playa de joda) apoyados en la siempre nefasta Rede O Globo.
Luego de esto, cuando la mano se ponía pesada para los milicos con alzamientos guerrilleros, estudiantiles y obreros, llegó el crecimiento económico, lo que puso definitivamente a la clase media brasilera del lado del gobierno militar y la inacción funcional de la gran masa de la clase baja brasilera por ignorancia o por paja cívica (?) calmo las aguas que venían turbias. Pero este crecimiento, venía bajo el lema “dívida externa, não se paga, se rola.” Algo así como la deuda externa no se paga, se patea. La construcción de Brasilia por caso, mas otras obras públicas de alcance monstruoso, y políticas como favorecer al capital extranjero y las empresas estatales, mas esta concepción particular de honrar los compromisos extranjeros, mas la llegada de Carter que le cortó el chorro a aquellos regímenes anti comunistas (todos los militares de  America del Sur que posteriormente caerían, lo que muestra  la nefasta influencia de la política exterior norteamericana, provocó una espiral inflacionaria que mayormente afectó a aquellos sectores que se veían beneficiados por estas medidas. Entonces, para 1979 llegó a la presidencia un tal Figuieredo al cual no le fue del todo bien, pero a diferencia de procesos anteriores mientras se formaban distintos bandos donde se proponían nombres de milicos para ocupar la presidencia, se formó una oposición que se preocupó mas por el regreso de las elecciones directas bajo el lema Diretas Já!
Hasta ahora parece que hable de la historia de esa tierra llena de birra, putas y el negro de mierda de Pelé pero como siempre, la idea es imponer un marco histórico y como siempre también se me fue la mano. Como este marco histórico se expuso, ahora vamos a hablar de fulbo, pero no yo, si los protagonistas. El documental se estrenó en diciembre de 2011 y se llama Ser Campeão é Detalhe, lamentablemente, solo disponible en Portugués.

Pinche aquí para ver Ser Campeão é Detalhe (Pongo “Pinche” y no “Haga Clic” porque acá somos Bilardistas)

La cuestión es que a todo le llega un fin. En parte fue porque las Diretas Ja! perdieron en 1984.  Ganaron por abultado margen en realidad, pero no el suficiente para impulsar el cambio democrático en la República Federativa del Brasil. Esto propició que Sócrates se fuera a la Fiorentina y se perdió un sostén propiciando la salida del resto. Además otros impulsores se habían bajado, como el presidente Waldemar Pires y otros como el director de fútbol Adílson Monteiro Alves, habían perdido el norte y hacían lo que que se les cantaba los huevos. Por otra parte tenían resistencia interna que fue socavando el proyecto, como el ex presidente Vicente Matheus, dueño de un estilo absolutista y con grandes ambiciones de recuperar el  poder, o también ese gran amigo de Oscar Ruggeriy el granate en general y también reconocido anti-argentino Emerson Leao , quien no comulgaba con el proyecto y decía que a él le pagaban para atajar y solo se tenía que dedicar a eso y por otro lado dicen que armaba camarilla. Y por último también estaba un sector amplio de la prensa (liderada por la milica, como la Rede O Globo) que acusaba a gran parte de esta camada como poco profesionales, cuando no decían que eran una manga de vendedores de humo.

La Democracia Corintiana fue sin duda un proyecto novedoso, que aportó a la sociedad brasilera visibilidad de un problema social a través del medio más masivo que pueda tener una causa por estas latitudes, el fútbol. Porque si bien las Diretas Ja! perdieron, al año siguiente cayó la dictadura y eso traería el retorno democrático, un poco por peso propio de un gobierno que ya no podía sostener una serie de factores adversos y otro poco por el clamor popular, impulsado por manifestaciones como la Democracia Corintiana.
En lo relativo al fútbol la Democracia Corintiana, dejó un gran equipo de fútbol. En cuanto a lo organizativo, la idea de que un grupo de jugadores tuviera injerencia en todos los aspectos organizativos de un equipo, no deja de ser anecdótico, porque viendo el nivel de divismo y el bajo caudal intelectual en general, de jugadores y dirigentes, semejante proyecto será irrepetible. No creo que veamos equipos que ganen o pierdan, siempre con democracia.

martes, 13 de diciembre de 2011

El Primer León Negro


En la Argentina (aunque parezca mentira) existe la costumbre de mirar afuera, ver una costumbre extranjera positiva (que por lo general suele ser verdad) y potenciarla a niveles no tan veraces y en la posterior comparación, reducir a la Argentina a una verdadera mierda, obteniendo razonamientos cuanto menos falaces. Es así como uno escucha que los uruguayos son sumamente educados porque tienen el secundario obligatorio (la educación no solo se debe a hacer el secundario) y el argentino es bruto, descortés e ignorante, lo pujante de la economía chilena como modelo a seguir, cuando no se considera que es basado en un Estado ausente y apático a las necesidades de la gente, o que los brasileros viven felices todo el tiempo, estereotipo creado por la dictadura militar en ese país. Invito al que piense eso que se tome un bondi en hora pico en Sao Paulo y vea las caripelas o si no puede viajar, que vaya hasta la calle Florida y vea la cara de un gaúcho. Asimismo, cuando se piensa de Inglaterra, del Reino Unido, se piensa en que cunde el respeto en todas partes y en las grandes metrópolis cosmopolitas conviven armoniosamente distintas expresiones culturales, religiosas, artísticas, etc. Tienen sus problemas, si, conviven, también. Tal vez, esto no haya sido así siempre.
Vamos poner lo antes indicado en el contexto de la historia que hemos de narrar. A fines de la década del 70’ Gran Bretaña estaba para atrás. La economía se caía a pedazos y el descontento era generalizado, que reflejaba en conductas como la del movimiento punk, a que su vez, sus miembros apuntalaban a los famosos hooligans, siendo componente fundamental. Aquellos  que estaban pasando un momento de cierto bienestar, temieron perderlo y apuntaron a las minorías, mayormente, los asiáticos y negros.
El Black Country es un nombre afectivo para los West Midlands, una de las regiones que componen Inglaterra. Su ciudad mas importante es Birmingham y yace en la zona central del país, al oeste se encuentra Gales y al este están las East Midlands, lo que, a pesar de la falta de imaginación, tiene una lógica demoledora. Es una zona boscosa, donde predomina la industria del carbón, donde el humo negro de esa industria da el apodo que antes mencionamos. Además es el epicentro de muchas manifestaciones culturales alternativas, como el Reggae que a través de los descendientes de jamaiquinos hizo capote (?) allí o el heavy metal, con cuna en  Birmingham. 


Ahora que ya dentro de lo posible, estamos situados dentro de un contexto cierto, podemos ponernos en magnitud de los logros del objeto de conmememoración. Afuera de la cancha, ya habíamos dicho, proliferaban los hooligans endémicamente. Todos con bases punks e ideologías anarquistas. Menos una barra, los Zulus del Birmingham City, compuestos por negros. No negros cabeza de tacho que van por el paco el pancho y la coca como acá, sino negros descendientes de africanos y caribeños. Estos, forjaron una creciente reputación a puño limpio en las calles aledañas a los estadios ingleses. Dentro de la cancha era un tema un poco mas difícil para los jugadores negros. Era en extremo infrecuente que estos jugaran profesionalmente. Y no porque no se dedicaran ni lo intentaran. Existían prejuicios de los mas variados, que no aguantaban el frío, que era muy hábiles, pero no tenían aplicación táctica ni sacrificio, que eran cabezas de tacho por naturaleza. De todos modos, algunos había, como el antes reseñado Luther Blissett.
En el Black Country, un club (West Brom) rompió los moldes y puso a tres negros en la formación de un saque, algo que jamás había pasado en la historia del fútbol inglés, 90 añitos nada mas (?).  El trío estaba compuesto por Brendan Batson, un defensor central de gran timing y lectura de juego, Cyrille Regis, un centrodelantero de esos definibles como “tanque de área” y en quien nos vamos a centrar en esta historia: Laurie Cunningham, wing izquierdo de gran habilidad en velocidad. El impacto fue inmediato, no solo por la novedad de los negros, sino por el mismo Cunningham. Cunningham era londinense y fue formado en la disciplina del Arsenal de juvenil. Allí le impusieron el techo y tuvo que ir al menor Leyton Orient, que le sirvió de trampolín para llegar el West Brom en el 77’. Ese mismo año fue convocado a la selección sub-21, convirtiéndose así en el primer jugador negro en jugar en una selección inglesa de cualquier nivel, repito el dato, en 90 años aprox. de historia. Además, en su debut la descosió, lo que le valería posteriormente ser el primer jugador negro en jugar un partido oficial (léase por los puntos) con la selección. Fueron muchos partidos donde estuvieron expuestos al racismo, los manifiestos de los grupos de extrema derecha, razias, pero el trío agachaba la cabeza y Cunningham jugaban. De esta manera, el West Brom peleó arriba, ganó partidos importantes y se coló en competiciones europeas, guíados por ese muchacho que corría en puntas de pie, que parecía no tocar el piso (para quien escribe, un tranco muy similar al de Kaká). Fue precisamente en una competición europea donde Cunningham ganaría la atención de un coloso del fútbol mundial. En un choque de Copa UEFA contra el Valencia, el bueno de Laurie la rompió y el Real Madrid se convenció de ponerla toda, ya que en esa época no se preocupaban de cuantas camisetas podía vender un jugador.
Arrancó bien en Chamartín, unos cuantos goles, una campaña que lo llevó a la final de la Champions (aunque perdió ante sus paisanos del Liverpool) y un clásico en el Camp Nou donde se fue aplaudido por la gente del FC Barcelona, fueron los puntos altos en toda su campaña madridista. Primero las lesiones y después una profunda depresión por el asesinato de familiares (incluyendo a sus hijas), lo alejaron de los campos de entrenamiento y de juego.
Manchester United, Sporting Gijón, Marsella, Leicester y Rayo Vallecano lo vieron pasar sin pena ni gloria. A fines de los 80’ el fútbol inglés fue tomado por asalto por la “Crazy Gang”, denominación usada para los muchachos del Wimbledon, una manga de muchachos pintorescos como por ejemplo, el ahora actor Vinnie Jones, de comportamiento jodón y extravagante que compartían putas, merca y escabio, que jugando un fútbol muy de mierda, pegándole de punta para arriba, pero con una unión de grupo fortalecida por las alegres personalidades que lo componían, sumado a la sensación de injusto menosprecio hacia ellos, ascendieron muchas categorías hasta el nivel mas alto, con un punto culminante en el triunfo de la Copa FA de 1988. Es incomprensible como Cunningham cayó con esta gente, ya que ni su personalidad ni su estilo de juego encajaban allí. Su aporte fue breve y mas bien escaso, ya que la mayor parte del poco tiempo que paso en cancha, vio volar la pelota por sobre su cabeza. Igualmente, logró ser querido por el público y por sus compañeros, como en todos los clubes donde estuvo, independientemente de su desempeño.
El buen recuerdo que dejó en el Rayo Vallecano, le permitió volver. El asalto a la Primera División (Rayo se hallaba en segunda) craneado por los anarquistas de Vallecas, contemplaba la delantera Laurie Cunningham-Hugo Maradona. La temporada fue mala personalmente para Cunningham, pero pasó a ser el héroe cuando marcó el gol que ascendió al Rayo Vallecano a primera. Pasó a la inmortalidad unos días después cuando perdió la vida en un accidente de Tránsito en las afueras de Madrid. Así de abrupto como se narra.

La carrera de Cunningham en si no tiene tanto valor, a pesar de su talento innegable que ganó títulos y jugó en gigantes como el Real Madrid y el Manchester United. Como dice un artículo que anda dando vueltas en la web, 90 años aprox. tuvieron que pasar para que un negro se pusiera la divisa con el escudo de los tres leones y desde ese momento pasaron exactamente solo 25 años para que en una selección inglesa hubiera en el campo de juego mayoría de jugadores negros. Por ahí tuvo algo que ver que un tipo como Cunningham le mostró a todo un país que los negros podían jugar en serio.  

domingo, 4 de diciembre de 2011

Cuando no hay mas nada que decir

En la entrada relacionada a Luther Blisett, hay un ejemplo citado sobre gente que intentó influir mas allá del fútbol. Ya no nos puede dejar reflexiones como estas.

"Me gustaba sentirme parte de aquel medio de fantasía, es una experiencia diferente ser objeto de aquella adoración que no era conmigo, y si era con el ídolo, el flaco que jugaba. Pero aquello no es real. Me gusta mas estar del lado de afuera, porque puedo ver mas, intentar comprender el fenómeno que es el fútbol, un fenómeno muy complejo que va mas allá solo de los aspectos culturales: es social también, envuelve mucho mas que lo que la gente supone. Me gusta mucho el teatro, el cine, la música... pero el futbol es muy fuerte, no solo porque lo jugué, sino porque envuelve dimensiones humanas que tal vez no quepan en esas otras dimensiones culturales"

Sócrates, Futbolista, Médico, Distinto

Homenaje del sitio del Corinthians al crack