domingo, 23 de diciembre de 2012

Apología del bidón: Grecia, derecho al Olimpo (Capitulo 2: El Barco Pirata)

El famoso Barco Pirata

El sorteo del grupo que vería a Grecia retornar a la Euro después de 24 años y a una competición importante después de 10, le puso un sorteo que hacía suponer que dadas una serie de condiciones, Grecia podía llegar a pelear. Portugal, como local y organizador, era el favorito del grupo, Rusia, que aparecía como equipo a vencer si quería tener alguna aspiración a pasar de ronda y un equipo, que si bien se podía considerar muchos peldaños mas arriba, era familiar y Grecia había derrotado en su propia casa y por los porotos: España.



La Copa empezaba en la ciudad de Oporto, en el magnífico Estadio Do Dragao, ante el local Portugal. Sabido es que el jugador portugués no es de los mas templados a nivel mental y se vio desbordado por el escenario. Para colmo tuvo a un equipo griego enfrente que ya tenía una columna vertebral con una sólida línea de 4 (El excelente Seitaridis por derecha, los pétreos Dellas y Kapsis en el medio y el utilitario Fyssas por izquierda) delante del cano Nikopolidis. Luego seguía ese núcleo del mediocampo con Karagounis, Basinas y Zagorakis, mas Stelios Giannakopoulos, que dieron contención a lo poco que hizo Portugal y se asociaron para mover la pelota con fluidez y alimentar a los luchadores y oportunistas Charisteas y Vryzas. Para colmo, pegó de entrada cuando El puto de Karagounis robó la pelota y de media distancia batió al golero portugués. Grecia controló el juego (cediendo la iniciativa en algunos momentos) y al comienzo del segundo tiempo Charisteas aprovecho otra distracción portuguesa mandó una pelota en diagonal para el lateral derecho Seitaridis, quien llegó al área rival solo para ser derribado por el putazo de recién ingresado Cristiano Ronaldo. Basinas puso el 2-0 de penal y solo dejó tiempo para una muy tardía respuesta de cabeza del antes mencionado putazo Cristiano Ronaldo. Como dijo un comentarista consumado el batacazo: La ceremonia de apertura había girado en torno a un barco, en el partido apareció un barco pirata; se llamaba Grecia.
En Porto también, pero en el estadio del Boavista, Grecia y España volverían a cruzarse. Como el esquema español era similar al portugués, Rehhagel mandó a la cancha el mismo equipo excepto por la presencia de Katsouranis (Para marcar personalmente a Raúl) por Basinas. Igualmente España asedió a Grecia jugando a un buen nivel y a la media hora ya ganaba con un gol de Morientes. El partido se abrió, con mas chances para España hasta que llegó ese momento cuando Tsartas (que había venido desde el banco) le metió una gran bocha a Charisteas que con un zurdazo bajo que se filtró por debajo a Casillas puso el empate a los 66’. Luego Grecia, hizo lo suyo y España terminó pagando caro no haber podido cerrar el partido. Con esto, Grecia quedaba igual en puntos con España, que jugaba ante Portugal y ya dependía de si mismo ante Rusia en Algarve.
En virtud de esto y del rígido 4-4-2 ruso, King Otto hizo cambios significativos en cuanto a nombres y esquema. Fyssas le dejó su lugar a Venetidis, volvió Basinas pero por el  puto de suspendido Karagounis y Giannakopoulos dejó su lugar a Papadopoulos, lo que implicaba que Grecia (y contra la estigmatización generalizada) jugó con un 4-3-3 donde Vryzas iba por izquierda y el ingresado Papadopoulos por derecha. Pero lo que no entraba en los planes del tacticista teutón es que distracciones en los primeros 15 minutos, ya lo tenían a Hellas dos goles abajo. Los de la cuna de la democracia (?) descontaron mediante Vryzas, con una sutileza. A pesar de perder Grecia, el gol de Nuno Gomes ante España, implicaba que Grecia empataba a los que no son Cataluña (?) en puntos y diferencia de gol, pero los superaba por haber convertido mas goles. Igual a Grecia se le llenó el ocote de dudas al final y Rusia lo podría haber dejado afuera con un poco mas de puntería.
Otto ya festejaba

El hecho de haber terminado en segundo lugar, lo mandó a jugar en la capital lusa Lisboa, lo cual en si no es tan terrible, de hecho es una muy bonita ciudad. El problema es que iba contra Francia, que a pesar del fracaso sonoro en Corea y Japon dos años antes, aún era el campeón defensor de la competencia y había superado una primera ronda muy complicada con gran efectividad y con muy buenas maneras. Entonces, Rehhagel sacó todo lo que tenía de su repertorio a mano. Volvió Fyssas al lateral izquierdo y ante la falta de gente de Francia para abrir la cancha y su tendencia de armar el juego por el centro (dependía por izquierda de un veterano como Lizarazu y lo que podía hacer Henry cuando se volcaba por ahí y Pires tendía a centralizarse, mientras que Gallas no atacaba por condiciones naturales en el canal derecho) armó un medio campo de con cuatro volantes centrales como indica el esquema. El eje Karagounis – Basinas – Katsouranis se mantendría firme para anular principalmente a Zidane, mientras que Zagorakis podría liberarse para contratacar por derecha y el lateral Fyssas tendría vía libre para hacerlo por la izquierda. Además, salió Vryzas y entró el goleador de las eliminatorias Demis Nikolaidis. El plan de acmular gente para defender en el centro y contra atacar por las bandas fue redondo. Francia nunca entró en partido ni generó juego a pesar de tener la pelota y la iniciativa y el gol fue una escapada por la derecha de Zagorakis que concluyo en un centro que Charisteas dio destino de ángulo con un cabezazo de manual.

El barco Pirata atracó en Oporto para enfrentar a la República Checa, un rival de un dibujo similar a Francia, pero de características diametralmente opuestas. República Checa iba dirigido por ese adorable (?) canoso llamado Karol Bruckner, y era un equipo con mucha técnica de la mano de Nedved y Rosicky, con gente que abría (y muy bien) la cancha como Poborsky y Jankulovski y arriba tenía a Koller y Milan Baros, un gran delantero en su mejor momento, por lo que se preveía un choque de estilos bien definidos. Rehhagel planeó un solo cambio: volvía Vryzas por Nikolaidis. A pesar de que República Checa, a diferencia de Francia, era muy peligroso por la bandas, Rehhagel mantuvo el mismo esquema, ya que la clave iba a ser controlar lo que generara Nedved desde el centro hacia las bandas. Pero la verdad es que de entrada lo cagaron a pelotazos y Nikopolidis sacó muchísimo. Después el partido se asentó a favor de Grecia y la salida de Nedved por lesión terminó de emparejar todo. Para los tiempos extra la FIFA había engendrado una deformidad llamada gol de Plata, es decir que si un equipo marcaba antes de la finalización de la primera etapa del tiempo suplementario y esa diferencia se mantenía hasta el final del mismo, ganaría el partido. En el último minuto del primer tiempo extra, el puto de Karagounis pateó un corner al primer palo que peinó Dellas para el gol. Grecia se metía en la final de la Euro.

El Barco Pirata estaba listo para abordar a un enemigo conocido en la final: aquel ante el que inició esa leyenda mística, el Portugal de Scolari. Un cambio se imponía ante la suspensión del fundamental y decisivo Karagounis: ingresaba Stelios Giannakopoulos. Rehhagel mantuvo el impulso de Fyssas y Seitaridis y los dejó jugar un poco mas adelante, pero con la clara intención de contener a Figo y Cristiano Ronaldo, mientras que el tridente Basinas, Zagorakis y Katsouranis salía a pelearle el mediocampo a Deco. Giannakopoulos para preocupar y contener al ofensivo lateral Miguel, Charisteas jugando mas retrasado operando del centro hacia la derecha y Vryzas rezando que Charisteas llegara a hacerle el aguante, porque estaba solísimo. Llegada la hora de la verdad, Portugal salió bien a la cancha, con ganas de ganar, pero un retrasado equipo griego aguantó los trapos (in extremis muchas veces) abajo en el primer tiempo, que a medida que pasaba exponía a Portugal como un equipo cada vez mas pequeño ante el escenario de jugar la final ante su gente. El segundo tiempo encontró a Portugal aplacado y con Grecia pegando con un corner, cosa que ya era de rutina. La poca ambición portuguesa de cambiar las cosas y un Grecia que defendía con 7 y después 8, tras el ingreso del lateral izquierdo Venetidis por el wing Giannakopoulos hicieron que Grecia mas allá de algún susto se llevara la Euro 2004 de forma memorable de una manera u otra.

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