Indudablemente una de las grandes noticias
del año futbolístico, fue el descenso de Independiente. No tardaron los buitres
en hablar que tal o cual técnico o tal presidente tienen en un x porcentaje de
la culpa del descenso, con el fin de proteger los intereses e imagen de algún
involucrado con la vieja y querida receta de echarle mierda a otro. Después
también están aquellos no tan involucrados con la situación interna del club ni
sus implicados, pero igual de amarillistas y mala leche, que no tardaron en
sacar informes "pseudo de color" con mas olor a gastada que otra cosa
acerca de los destinos donde el Rojo paseará su insigne divisa. Garupa, Jujuy,
Adrogué, Corrientes, Caballito o San Francisco serán lugares éxoticos y remotos
que reciban a los de Brindisi. Yo me concentraré en el buque insignia futbolístico
del club que alberga a este último lugar, que es en la Provincia de Córdoba,
pero en el límite con Santa Fe, lo que automáticamente lo convierte en el peor lugar
del universo. Había una canción de La Renga que decía
que "el final es en donde partí" y que inmediatamente se puede
asociar con el jugador al que hacíamos referencia hace un puñado de caracteres.
La globalización en el fútbol ha llevado a
situaciones insospechadas y la ley de la selva que rige al deporte mundial hace
que algunos clubes recurran a situaciones mas que extremas. La captación y
desarrollo de talento joven se ha vuelto la única opción para aquellos clubes
que no tienen un mecenas que los cubra de petrodólares ni que disfruten de
millones de la televisación. Y como buscar jóvenes valores en su propia zona de
influencia del club tal vez no sea suficiente, la búsqueda se hace global. En
la ciudad de San Francisco, hay un proyecto que se dedica a la formación de
jóvenes proyectos bajo el nombre de Proyecto Crecer y que a su vez opera como
filial del Girondins de Bordeaux. Si, ese club que juega en Francia y que supo
tener una camiseta igual a la de Velez (luego, por esas cosas de las marcas de
ropa deportiva, la similitud se fue desvaneciendo). La cuestión es que los
franceses encontraron un jugador que podía llegar a ser de utilidad para su
futuro. El pibe jugaba de enganche, tenía 15 años y se llamaba Juan Pablo Francia.
Lo convencieron al pibe y se lo llevaron para formarlo en su disciplina en
Burdeos. En una camada que tenía chicos como Chamakh (jugador del Arsenal más
tarde) Mavuba y Planus (jugadores de corte defensivo que representaran a la
selección francesa en distintos niveles), JP no tardó en destacarse. A tal
punto que su debut ante el Nantes, le llegó tan solo a la edad de 17 años. A
partir de ahí, nunca logró convertirse en un titular indiscutido en Bordeaux,
ya que competía con Micoud, el dueño indiscutido desde lo futbolístico, pero
tampoco nunca salió de los planes de los sucesivos entrenadores del club.
Incluso, si bien tampoco era considerado para el estrellato al máximo nivel,
pero si era ampliamente considerada la noción de Francia tendría una larga y prolífica
carrera a nivel europeo. Cuando corría el 2007, todo hacía suponer que el
hombre de San Francisco, estaba encaminado y totalmente adaptado: casi 5 años
en su club, títulos obtenidos, con compañeros argentinos (en ese entonces
militaba Cavenaghi en el club galo) y la promesa del entrenador Laurent Blanc
que tendría mayor protagonismo. Pero algo pasó en la cabeza del muchacho. Un
día adujo problemas familiares y se volvió a su San Francisco querido como
esperamos que haga cuanto antes Fantino. El tema es que no volvió ni lo
pudieron ubicar. Cuando lo ubicaron dijo que no volvía ni en pedo, que la
nostalgia era muy grande, y que quería estar con los suyos en San Francisco. En
principio los franceses lo querían traer de las pelotas, luego lo ofrecieron a
diversos clubes argentinos para sacar algo de plata, pero nada, el tipo no
quería moverse de ahí. Mientras tanto, el regreso de Francia a su pago no
pasaría desapercibido entre su gente. JP estaba deprimido y por encima de los
100 kilos de peso, pero los dirigentes del Sportivo Belgrano de su San
Francisco, lo fueron a buscar. No dijo que si de entrada, se hizo rogar, pero
para fines del 2007, Francia era nuevo jugador "gringo". El tema de
su ficha a pesar de la insistencia inicial del Bordeaux fue sencillo. Los
franceses entendieron que el deseo de Francia iba en serio y cedieron a su
enganche del futuro a préstamo a un cuadro del Argentino B, cuarto escalafón
del futbol no afiliado directamente a la AFA. Sin escalas, sin anestesia.
El folklore propio del fútbol tan mal
organizado por el Consejo Federal cuenta que Francia descolló inmediatamente y
marcó diferencia en todos los aspectos. Otros dicen que físicamente estaba
hecho mierda, pero que solo por su calidad marcaba diferencia igual. Sea como
fuere, al "Gringo" no le alcanzó y no pudo ascender al Argentino A.
En Bordeaux se ilusionaron con que Francia hubiera recapacitado en su actitud
inicial y recuperado su deseo de jugar profesionalmente, pero Francia fue
claro: O jugaba en Sportivo Belgrano: O se retiraba del fútbol, pero no se
movía de San Francisco. Ya sea porque estaban inflados las pelotas de lidiar
contra un refugiado Francia que evidentemente ya no iba a volver porque sino
caía en cana o por motivos humanitarios pensando en la persona, en Burdeos
decidieron, como diría mi viejo, darle el pase en blanco. Por su parte, JP
cumplió con su parte y afrontó la temporada 08'/09' en su San Francisco,
cumpliendo con su palabra en cuanto a lo que deseaba con su porvenir. El final
sería feliz, ya que Sportivo Belgrano ascendería al Argentino A, al final no
sin sufrimiento. Tras sortear dos rondas, el "Gringo" perdió
ajustadamente el ascenso directo ante el Unión mas pedorro marplatense,
situación que sería frecuente en el futuro. El ascenso vendría tras la ya
extinta promoción ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza, uno de los mas grandes de
la tierra del sol y buen vino.
La temporada siguiente, Francia y Sportivo
Belgrano tuvieron una temporada discreta en el Argentino A, aunque eso no alejó el interés de los
equipos mas importantes. Pero JP fue consecuente hasta el final y se
quedó en su terruño, rechazando incluso a los gigantes provinciales de la
capital cordobesa. Con Francia como estandarte, los del equipo por el cual
hinchaba Dante Panzeri, recibían a un nuevo vecino, el Talleres de su
provincia. Poco importó esto a Sportivo Belgrano, armado esta vez para pelear
arriba, ya que en la primer ronda, terminaron debajo de Talleres solo por
diferencia de gol y en la segunda ronda se aseguró un lugar en el octogonal final
por un lugar en la Promoción. Una vez allí derrotó a Crucero Del Norte y al
Unión de la Vía Láctea Sunchales. En la final la mesa estaba servida. La
ventaja deportiva mas un empate en San Juan ante Desamparados en el
Serpentario, hacían suponer que habría fiesta en el Boero. Pero los puyutanos
con nombre de vagabundez (?) triunfaron y se aseguraron un lugar en la
Promoción, en la que a la postre el Víbora ascendería.
La temporada siguiente no sería distinta.
Con el fútbol de Francia y los goles de Aróstegui, los cordobeses casi
santafesinos de verde, se pasearon con soltura por la primera ronda. Pero en el
undecagonal final que daba un ascenso, quedaron a un punto de Douglas Haig que
se llevó el ascenso. Les quedó la chance del reducido por un lugar en la promoción,
esta vez con el agregado de que tendría ventaja deportiva (el empate en los
globales les daría la clasificación en la serie). Central Norte con ventaja
deportiva y Santamarina fueron la instancia previa a la final, donde esperaba
Crucero Del Norte. Situación idéntica al año anterior y mismo desenlace. Empate
a cero en Garupa, pero en el Boero Sp. Belgrano ni por ventaja deportiva pudo.
3 a 1 categórico para los de la línea de bondi de larga distancia, que luego
ganarían la promoción a Brown de Madryn para que llore Chevallier.

No quedan dudas que este ascenso reivindica
a JP Francia y lo acerca un escalón mas al nivel que nunca supimos, pero si
supusimos, que le corresponde a un jugador de su calibre, mas teniendo la
chance de compartir marquesina con Independiente. De lo que si quedan dudas
(porque el mismo nunca lo aclaró enfáticamente, tal vez por su manera de ser)
es porque dejó una carrera que si bien no lo iba a depositar en el Olimpo
futbolero, era mas que promisoria. De todos modos, esperaremos ver que puede
mostrar y porque no, llevar al equipo de su San Francisco querido a lo mas
alto, por su ciudad, por su camiseta.
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