203 días, 18
jugadores, 24 países, 48 partidos jugados, 10 ganados, 28 perdidos, 10
empatados, 83 goles a favor, 118 goles en contra, cientos de horas de vuelo,
miles de millas atravesando el espacio áereo global, cientos de miles de
espectadores. No, no es el Mangueras Musmanno Rock Festival (?). Veamos de que
se trata.
A mediados de los años
60’ un grupo de mer$enarios empresarios norteamericanos (que varios de
ellos ya tenían intereses en franquicias de otras ligas deportivas de ese país)
vieron en ese país del norte un campo fértil para lucrar con el deporte mas
hermoso del mundo. Casi simultáneamente surgieron dos iniciativas privadas: La
NPSL (liga no reconocida por la FIFA, de éxito relativo y con algunas
particularidades) y la NASL, que luego se nombraría USA (United Soccer
Association) para evitar confusiones con la NPSL y que luego volvería a ser
NASL tras una fusión de ambas. Como la USA se armó medio a las apuradas y los
equipos no pudieron formar planteles ni infraestructura en el corto plazo, tuvieron
la innovadora pero bizarra idea de alquilar planteles enteros de equipos
extranjeros y jugar en representación de las franquicias de las ciudades
durante el verano yanqui de 1967. Así fue como el Shamrock Rovers irlandés (!)
jugó como los Boston Rovers, el Cagliari italiano fueron los Chicago Mustangs,
el Stoke City inglés fue apropiadamente rebautizado para la ocasión como
Cleveland Stokers, Detroit Cougars fue el seudónimo del Glentoran norirlandés
(!), el glorioso Wolverhampton inglés también fue apropiadamente rebautizado
para la ocasión como Los Angeles Wolves, el Cerro Uruguayo jugó de local en el
mítico Yankee Stadium (!!!!!!!) disfrazados de New York Skyliners, el ADO Den
Haag holandés fue el San Francisco Golden Gate, Racing como Blanquiceleste
SA, los Vancouver Royal Canadians no eran realmente canadienses como su
nombre sugería si no que eran los inglesísimos Sunderland y los escoceses
Hibernian, Aberdeen y Dundee United se renombraron temporariamente Toronto
City, Washington Whips y Dallas Tornado, esta última franquicia protagonista de
la historia que sigue.
Mientras todo en la
USA era presumiblemente berreta dada la calidad falopa de los planteles
implantados (Cagliari por caso, no llevó a sus figuras siquiera, entre ellas
Gigi Riva), Los Angeles Wolves se alzaban con el título y Boninsegna (jugador
que marcara el 1 en el 4-1 de Brasil sobre Italia en la final del Mundial 70’),
había que armar un plantel para cuando la cosa arrancara formalmente. Para eso
el dueño de los Dallas Tornado, un tal Lamar Hunt (también propietario de los
Kansas City Chiefs) contrató a un tal Bob Kap. Este Bob Kap; de nombre real Božidar Kapušto, serbio de
nacimiento y vivió toda su vida en Hungría hasta el alzamiento de 1956 cuando
emigró a Canada; había tenido como máximo mérito en esos pagos editar una
revista de fútbol. Hunt quería un equipo lleno de extranjeros que parecieran
norteamericanos. Bill Crosbie, colectivero de Liverpool él (!!!!!), contó como
Kap lo citó en un hotel tras poner un aviso en un diario y lo terminó invitando
al equipo. Así fue armando un plantel compuesto de ocho ingleses, cinco
noruegos , dos holandeses, dos suecos, dos hombres y un boliviano y un
norteamericano que terminó armandose en medio de una gira bizantina e
interminable.
La primer etapa (en
agosto de 1967) fue europea con una concentración en España que incluyó cinco
amistosos y una escapada a África, mas precisamente Marruecos, siempre viajando
todos con el corte pelo y vestimenta idénticas, con traje y sombrero (!!!!!!!).
A partir de ahí empezó la travesía propiamente dicha.
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A los huevos no! |
El Dallas Tornado
emergió con mucho crédito tras un empate ante el Fenerbahce turco, pero no
podían dar crédito a la suerte que tuvieron cuando en vía a una serie de
amistosos en Chipre tuvieron que hacer una escala en Atenas que los jugadores
utilizaron para conocer la capital griega. La cuestión es que perdieron el
vuelo que debía llevarlos de Grecia a Chipre, vuelo que fue derribado por un
atentado al dictador chipriota, que casualmente también perdió el vuelo.
Probablemente afectados por el cagazo inherente (?), perdieron los dos partidos
que jugaron por lo que, asustados por este hecho decidieron que era mejor ir a
un lugar mas tranquilo, por lo que viajaron a Irán vía Líbano (vale consignar
que no eran lo peligrosos que son hoy, mas considerando que se trataba de un
contingente multinacional pero representativo norteamericano) donde jugaron 5
partidos y sufrieron dos bajas, una por lesión y otra por cuestiones técnicas
interpersonales (la gran Icardi) (el técnico pensaba que no se había
integrado al grupo). La siguiente parada era Pakistán y Bangladesh, que por
esos años llevaba el nombre de Pakistán Oriental debido a que no se había
independizado la zona y a la gran cantidad de uruguayos residentes allí (?).
Mas allá de los malos resultados, lo mas complicado fue pasar a India. Los naturales de países
afiliados al Commonwealth podían pasar sin problemas, pero el resto necesitaba
visa o MasterCard para pasar la frontera, por lo que la mitad del
contingente quedó retenido en la frontera un par de días hasta que salieron las
visas. Una vez resuelto el pequeño incidente burocrático, jugaron seis
partidos, pero el hecho de mayor relevancia fue la visita a la tumba de Gandhi,
cuyo legado fue un pequeño quilombo político que complicó la salida de los
muchachos del Tornado de Calcuta. Antes habían jugado dos partidos en Ceilán
(lo que hoy es Sri Lanka) e iban destino a Burma (lo que hoy es Myanmar) donde
jugaron dos partidos ante las selecciones locales sub21 y mayor ante mas de
45.000 personas cada uno. Luego fueron a Singapur donde no fueron muy bien
recibidos, jugaron un partido muy crocante, casi se cagan a trompadas y casi los
linchan por imperialistas, hecho que no dejó sin otras opciones que suspender
el partido previsto para el día siguiente entre los mismos equipos. No mucho
mas promisorio sería el destino posterior a los dos partidos siguientes.
Después de Indonesia venía Vietnam.
Tornado Made in Taiwán |
Para esa altura
(Diciembre de 1967) no se había armado la goma en Vietnam que vendría un mes
después, pero la zona estaba fuertemente militarizada. No obstante, el antes mencionado
Bill Crosbie (quien es el que ha dado a conocer la travesía completa mediante
su relato) contó que se sorprendió al poder circular libremente por Saigon con
la única precaución de no quedarse parado ningún lado, ya que había motos que
buscaban norteamericanos para arrojarles granadas de mano. Incluso, pudieron
visitar como turistas destacamentos militares norteamericanos. A esta altura,
el fútbol ya era lo de menos.
Tahití y el Tornado |
Taiwan, Japón para
jugar con San Lorenzo por la Intercontinental y Filipinas (ya en 1968)
fueron las últimos escalafones en la parte asiática de la extensísima gira que
no terminaría ahí. El 7 de enero de ese año llegarían a tierras australianas
para una gira por Oceanía donde jugaron 8 partidos por Australia, Nueva
Zelanda, dos partidos de 60 minutos contra Fiji y el cierre de la gira fue en
Tahití por la Copa Confederaciones.
Finalmente el Dallas
Tornado llegaría a pisar suelo norteamericano, pero no sería el final de la
gira. El mencionado Bill Crosbie cuenta que les dieron dos semanas para que
pudieran asentarse en Dallas: es decir que consiguieran un departamento, lo
equiparan, instalaran una línea telefónica, pagaran la renta al Sr. Barriga (?)
y al final de toda la movida, venía una mini gira centroamericana compuesta
por dos partidos en Costa Rica ante Saprissa y uno en Honduras ante Olimpia,
para cerrar definitivamente la gira.
La preparación
maratónica no fue muy útil de cara a la temporada de la NASL. Con un plantel
absolutamente detonado por la travesía mundial, Dallas Tornado jugó 32 partidos
en esa temporada, ganando la magra suma de dos partidos, consiguiendo cuatro
empates y 26 derrotas, marcando 28 goles y concediendo 109 (!). Magro al punto
de que Kap no llegó a fin de temporada porque evidentemente después de esta
gira era claro que no era un proyecto serio (?)
Los protagonistas de
esta historia tomaron caminos distintos. La NASL se mantuvo muy precariamente
hasta que levantó con el Cosmos de Pe*é y después se volvió a ir a la mierda;
los jugadores al terminar la temporada volvieron a sus países de origen, pero
el Dallas Tornado siguió, volviendo a alquilar al Dundee United e incluso
jugando Indoor Soccer (misma liga que recordáramos en este artículo). Por su
parte el dueño, Lamar Hunt, siguió perdiendo una bocha de guita hasta que se
fue todo a la mierda. De todos modos nunca dejó de apostar al fútbol, ni hasta
el último día de su vida en 2006. Hunt invirtió inicialmente en la MLS en los
Kansas City Wizards y Columbus Crew, vendiendo su parte en el primero para
invertir en su Dallas querido, mas precisamente en los Dallas Burn. Forma parte
del Salón de la Fama de tres deportes en Estados Unidos, entre ellos el de
fútbol y el de la NFL. Curiosamente, la NFL nos lleva al único cuyo derrotero
no fue reseñado aún, Bob Kap. Su única vinculación al fútbol después fue cuando
quiso comprar el pase de Julio Ricardo Villa, pero Kap se convertiría en parte
del Salón de la Fama de la NFL junto a Hunt. Se había convertido en pintor y
muchas de sus obras relacionadas al fútbol americano se pueden apreciar ahí. No
obstante, la retrospectiva es que bien podría haber tenido un lugar por su
contribución al deporte del ovoide encordado. Originalmente, los pateadores de
ese deporte se paraban rectos al balón y lo golpeaban de “puntín” (con una bota
reforzada a dicho efecto). Kap observó esto y desarrolló una técnica en la que
tomaban carrera pero dando dos pasos al costado tal como lo hace un arquero de
fútbol para sacar del arco. Hoy por hoy, a tal punto la se extiende la influencia
de Kap, que hace mas de 20 años que no se ve en la NFL un pateador que ejecute
con una técnica distinta de la técnica implementada por él.
Mas allá del marco
histórico lo importante es que no se pierda de vista esta gira que emprendió el
Dallas Tornado, en una época diferente a la actual donde puede haber destinos
exóticos, pero lo que manda es la cantidad de billetes apilados por los
sponsors y no el hecho de salir por el mundo a jugar con el que se ponga
adelante. Porque el Dallas Tornado no se vende (?)