jueves, 1 de agosto de 2013

Para alquilar Balcanes

Para festejar su trigésimo aniversario, la ESPN gringa emitió una serie de documentales bajo la denominación “30 for 30” de los cuales vi un puñado, pero a consideración personal y general, se destaca “Once Brothers” que cuenta la historia de Vlade Divac y Drazen Petrovic, basquetbolistas que jugaran juntos bajo la selección de denominación yugoslava y que luego representaran a lo que hoy son Serbia y los negros porque los blancos no saben saltar la pelota naranja, ni siquiera es una película acerca de básquet.
Croacia después de la guerra de los Balcanes. El filme arranca contando la amistad que tenían cuando jugaban juntos, como un hecho desafortunado los distancia y como la guerra los termina de separar definitivamente, sobre todo por el hecho de que Petrovic fallece poco después en un accidente haciendo la reconciliación imposible y como hace Divac para llevar la carga emotiva después de eso. Como esto no es Tocuen es Basque (?), le dejamos a criterio del que caiga a leer si la quiere ver o no, incluso aclarando que creo que si bien como eje temático al deporte de
Uno ha de suponer que las historias de este tenor, con amistades y familias divididas por la guerra se pueden contar por cientos o por miles y con diferentes matices también la podemos encontrar en el mundo del fútbol, la cual si contaremos en detalle, porque esto si es fulbo.

En el mantel rincón rojo y blanco a cuadros: Igor Stimac, en el rincón azul: Sinisa Mihajlovic. El primero, defensor central croata fuerte de sólido juego aéreo que hizo sus primeras armas profesionales en el fútbol como parte del Hajduk de la bonita ciudad de Split. El segundo, defensor central con una zurda prodigiosa al momento de patear cualquier balón quieto. Particularmente no eran amigos, pero si tenían un par de
cuestiones en común: Ambos habían formado parte de la selección sub-20 yugoslava que terminaría ganando el mundial en Chile (Con cracks como Suker, Jarni, Boban, Prosinecki Brnovic, et al), donde Mihajlovic finalmente no fue de la partida, porque según él, el entrenador le dijo que debía fichar por el Dinamo Zagreb para ir, pero el cabeza de termo ante el intento de chantaje se decantó por el Vojvodina Novi Sad (Decisión clave y fundamental en su futuro). Así mismo, Stimac pasó un tiempo a préstamo en Vukovici, puesto ferroviario vecino al Vukovar natal de Mihajlovic, donde coincidían fuera del fútbol. Vukovar está exactamente en lo que hoy es la línea de frontera entre Croacia y Serbia del lado croata.
Si bien no eran amigos tenían buena relación, pero a medida que la situación dentro del bloque yugoslavo fue poniéndose mas tensa, las diferencias fueron haciéndose mas claras. Stimac era un ferviente croata
nacionalista. El caso de Mihajlovic era distinto: de padre serbo-bosnio y de madre croata, tenía la situación un poco menos clara al respecto. En 1990, se dio recordado partido entre el Estrella Roja y Dinamo Zagreb en el Marakaná de Belgrado, donde los croatas de los Bad Blue Boys fueron a buscar a la monada del Delije de Arkan. Ante el quilombo, la policía yugoslava optó por reprimir violentamente solo a la parcialidad croata. Un año después Mihajlovic había dejado el Vojvodina de Novi Sad para ganar la Champions con el Estrella Roja (En dupla central con nuestro conocido Belodedici). Pero ya Yugoslavia no era lo mismo, y para mayo de ese año, Eslovenia ya no era parte del conglomerado y Croacia peleaba por su independencia. Vukovar, la ciudad de Mihajlovic, fue el primer foco de resistencia  croata. En el medio, una población civil mezcla de serbios y croatas, y en el centro mas aún la historia de Mijahlovic. Su padre era oficial del ejército yugoslavo y su tío era oficial del ejército croata, por lo que era frecuente que el tío de Sinisa llamara a su madre para preguntarle por su marido y de paso comentarle que iban a matar a ese “cerdo serbio”. Justo después de eso se jugó la final Copa de Yugoslavia entre el Hajduk de Stimac contra Estrella Roja de Mihajlovic. En el sorteo de capitanes, Stimac le batió un poco de chocante nacionalista con un sencillo, “Ojalá que maten a los tuyos en Borovo” (barrio industrial de Vukovar donde vivían los Mihajlovic). El cabeza de termo de Sinisa perdió la cabeza, el termo, todo. Se dedicó a cagarse a patadas con Stimac con el previsible desenlace de ambos afuera antes de que el partido trascurriera sus 90 minutos de duración. Finalmente, el trofeo quedó en manos de Hajduk (Incluso hasta la actualidad, ya que la Copa Yugoslava no se jugó mas y los de Split no “vieron” motivo de devolverlo)

Poco tiempo después el Hajduk y el Crvena Zvezda (“Estrella Roja” en idioma serbio) se volverían a cruzar. Para Mihajlovic fue una excusa para volver a cagarse a patadas con Stimac.

A medida que la guerra avanzaba, la distancia entre ambos se hacía mas grande. En el caso de Stimac, tuvo un par de problemitas debido a su excesivo orgullo croata: En vez de entrenar en el campo del Hajduk, pasaba mas tiempo en el regimiento del ejército croata que estaba al lado; en otra oportunidad, Hajduk volvía de jugar contra Tottenham, cuando pararon al micro en Split, el bueno de Igor cayó en cana, por portación ilegal de armas, que después aclaró que compró por si las dudas en el camino por el temita de la seguridad y por último se lo vinculó con un grupo terrorista croata que volaba y quemaba bienes relacionados a serbios en Split, a lo cual negó vinculación, pero que su primo y el padrino de su hijo si militaban allí y que ese proceder le parecía correcto. Mientras tanto, el careta de Mihajlovic declaraba que la guerra era mala, que no entendía como familias y amigos de toda la vida se mataban por cuestiones étnicas y toda la cosa políticamente correcta, pero por el otro, su status de jugador prominente del Estrella Roja, le daba una relación muy cercana a Arkan, cabeza de la antes mencionada Delije, que a su vez también era lider de fuerzas paramilitares yugoslavas, lo que lo llevó a ser un referente serbio de lo que se conoce como “Limpieza Étnica” y ser uno de los criminales de guerra con mayor relevancia de la escaramuza. Esto convertía a Mihajlovic en un nacionalista serbio a los ojos de la opinión pública y al mismo tiempo obtenía réditos, ya que Arkan perdonó la vida del tío croata de Sinisa en una de esas mal llamadas “limpiezas étnicas”.  Este tipo de situaciones generaba la necesidad de emitir opinión al respecto por parte de Stimac  que dijo que entendía a Mijahlovic, que tenía que vender el doble de humo porque su mujer era italiana, su madre era croata y se casó por iglesia católica y que por eso era difícil que lo aceptaran como uno de los suyos. Como respuesta a Stimac, Mihajlovic le concedió una dudosa distinción: Después de lo que le dijo en aquella final, sería la única persona a la que podría matar con sus propias manos.
En el año 1999, sus caminos se cruzarían nuevamente. Camino a la Euro 2000, Croacia y la aún Yugoslavia tuvieron que compartir el grupo 8. Ni hace falta explicar la tensión previa a los partidos. En el partido de ida en Belgrado, recurrieron al viejo truco sudamericano de cortar la luz. Una vez que volvió la luz, la imagen fue de por si explicativa. Todos los jugadores croatas en el círculo central y un cordón de jugadores yugoslavos alrededor porque prevenir es mejor que llevar un plantel de fútbol en bolsas negras curar. La nota positiva para Mihajlovic fue que no se hizo echar. El partido de vuelta fue mas picante todavía, porque era la última fecha y croatas y serbios tenían chance y esperaban noticias desde otra nación ex yugoslava, donde Irlanda definía su suerte en Macedonia. Mas allá de la bronca previa con Mihajlovic, su actitud de arrodillarse y persignarse ante una bandera con la leyenda “Vukovar 91” en honor a los serbios caídos en su ciudad antes del partido agregó mas condimentos a un partido que parecía que ya no podía tener mas. El partido terminó igualado en dos, con Stimac expulsado, dos asistencias de Mihajlovic para Mijatovic y Stankovic, sumado al gol de Stavrevski sobre la hora en Skopje implicaba que Yugoslavia iba a la Euro, Irlanda se quedaba con el repechaje y Croacia se quedaba sin nada.


Pasado el tiempo Mihajlovic dijo que el tiempo había pasado, había recapacitado y a pesar de todo lo que había ocurrido en el medio podría sentarse y hacer las paces con Stimac. Stimac, en cambio no pensaba lo mismo. Pero el destino es muy puto, jodido y cabrón y los volvería a cruzar una vez mas. El sorteo de las eliminatorias europeas de cara al Mundial 2014 vaya a saber uno por cual motivo se realizó el 2011 en Río de Janeiro y no en el viejo continente. El Grupo A determinó que Croacia y (Ahora) Serbia se verían las caras, con Stimac y Mihajlovic respectivamente al mando de sus selecciones nacionales (Aunque ninguno de los dos estaba en el cargo al momento del sorteo). Pero esta vez no sería lo mismo. Un Congreso Técnico de la UEFA en 2012 con todos los seleccionadores nacionales de los equipos europeos, dio la chance para que ellos se encuentren. No se sabe bien que hablaron, pero a la luz de las declaraciones posteriores se puede deducir que no son amigos, pero al menos sellaron un pacto de no agresión en términos personales y extrafutbolísticos, de modo que el partido quedara solo en el aspecto deportivo. La primer cita se dio en Zagreb el 22 de marzo de 2013 donde Croacia, con un mediocampo liderado por Modric y un delantera conformada por Mandzukic del Bayern Munich y un Ex Bayern como Olic llegaba a buen nivel peleando palmo a palmo con el buen conjunto belga. En cambio Serbia, tiene una defensa con Ivanovic (Chelsea), Nastasic (Man City), Subotic (Borussia Dortmund) y Kolarov (Man City) que aún ante la negativa de Vidic (Man United) es una de las mejores a este nivel y de la que casi ningún seleccionado puede presumir en cuanto a nombres. No obstante, el resto del equipo esta lejos de ese nivel y sufre particularmente la ausencia de Adem Ljajic, talentoso media punta  de la Florentina, excluido por Mihajlovic por negarse a cantar el himno (Ljajic profesa el Islam y el himno serbio hace referencia a cuestiones religiosas vinculadas a la iglesia ortodoxa serbia). Para el partido, Mihajlovic eligió plantar un esquema planeado para contragolpear, mientras que Stimac para apuntalar al trío creativo de Rakitic, Modric y Kranjcar, sorprendió con la elección de otro volante creativo por sobre un volante de contención. Pero no solo eso, sino que también con el jugador elegido: Mateo Kovacic de 18 años, debut absoluto en selecciones mayores del jugador del Inter de Milán. La apuesta de Stimac primó porque Kovacic la rompió y además Modric la rompió todavía mas que Kovacic. Mandzukic y Olic rubricaron el triunfo de la red a un partido al que le sobraron 45 minutos y que sorpres. La apática actuación del combinado serbio casi le cuesta el trabajo el trabajo a Mihajlovic, pero sobrevivió el escarnio público y estará al mando para la revancha en el Marakaná de Belgrado (No hay error de tipeo) el día 6 de septiembre del 2013.




Podemos decir una sarta de boludeces que la guerra es mala que es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente y hablar de lo que no viene al caso. Incluso podemos llegar a indagar sobre la ucronía de Mihajlovic yendo a jugar a Zagreb, ganando el Mundial Juvenil de Chile, pero sin ganar la Champions. Tal vez hubiera elegido jugar para la patria de su madre. Pero creo que solo cambiaría la némesis de Stimac. Como decía Clinton Churchill mientras se prendía un habano que había metido previamente en la cajeta de una pasante “En los Balcanes generan mas historia de la que pueden consumir”. Y probablemente siga siendo así. El 6 de Septiembre esto sigue.