Uno ha de suponer que
las historias de este tenor, con amistades y familias divididas por la guerra
se pueden contar por cientos o por miles y con diferentes matices también la
podemos encontrar en el mundo del fútbol, la cual si contaremos en detalle,
porque esto si es fulbo.
En el mantel
rincón rojo y blanco a cuadros: Igor Stimac, en el rincón azul: Sinisa
Mihajlovic. El primero, defensor central croata fuerte de sólido juego aéreo
que hizo sus primeras armas profesionales en el fútbol como parte del Hajduk de
la bonita ciudad de Split. El segundo, defensor central con una zurda
prodigiosa al momento de patear cualquier balón quieto. Particularmente no eran
amigos, pero si tenían un par de
cuestiones en común: Ambos habían formado
parte de la selección sub-20 yugoslava que terminaría ganando el mundial en
Chile (Con cracks como Suker, Jarni, Boban, Prosinecki Brnovic, et al), donde
Mihajlovic finalmente no fue de la partida, porque según él, el entrenador le
dijo que debía fichar por el Dinamo Zagreb para ir, pero el cabeza de termo
ante el intento de chantaje se decantó por el Vojvodina Novi Sad (Decisión
clave y fundamental en su futuro). Así mismo, Stimac pasó un tiempo a préstamo
en Vukovici, puesto ferroviario vecino al Vukovar natal de Mihajlovic, donde
coincidían fuera del fútbol. Vukovar está exactamente en lo que hoy es la línea
de frontera entre Croacia y Serbia del lado croata.
Si bien no eran amigos tenían buena relación, pero a medida que la
situación dentro del bloque yugoslavo fue poniéndose mas tensa, las diferencias
fueron haciéndose mas claras. Stimac era un ferviente croata
nacionalista. El
caso de Mihajlovic era distinto: de padre serbo-bosnio y de madre croata, tenía
la situación un poco menos clara al respecto. En 1990, se dio recordado partido
entre el Estrella Roja y Dinamo Zagreb en el Marakaná de Belgrado, donde los
croatas de los Bad Blue Boys fueron a buscar a la monada del Delije de Arkan.
Ante el quilombo, la policía yugoslava optó por reprimir violentamente solo a
la parcialidad croata. Un año después Mihajlovic había dejado el Vojvodina de
Novi Sad para ganar la Champions con el Estrella Roja (En dupla central con
nuestro conocido Belodedici). Pero ya Yugoslavia no era lo mismo, y para mayo
de ese año, Eslovenia ya no era parte del conglomerado y Croacia peleaba por su
independencia. Vukovar, la ciudad de Mihajlovic, fue el primer foco de
resistencia croata. En el medio, una
población civil mezcla de serbios y croatas, y en el centro mas aún la historia
de Mijahlovic. Su padre era oficial del ejército yugoslavo y su tío era oficial
del ejército croata, por lo que era frecuente que el tío de Sinisa llamara a su
madre para preguntarle por su marido y de paso comentarle que iban a matar a
ese “cerdo serbio”. Justo después de eso se jugó la final Copa de Yugoslavia
entre el Hajduk de Stimac contra Estrella Roja de Mihajlovic. En el sorteo de
capitanes, Stimac le batió un poco de chocante nacionalista con un sencillo,
“Ojalá que maten a los tuyos en Borovo” (barrio industrial de Vukovar donde
vivían los Mihajlovic). El cabeza de termo de Sinisa perdió la cabeza, el
termo, todo. Se dedicó a cagarse a patadas con Stimac con el previsible
desenlace de ambos afuera antes de que el partido trascurriera sus 90 minutos
de duración. Finalmente, el trofeo quedó en manos de Hajduk (Incluso hasta la
actualidad, ya que la Copa Yugoslava no se jugó mas y los de Split no “vieron”
motivo de devolverlo)
Poco tiempo después el Hajduk y el Crvena Zvezda (“Estrella Roja” en
idioma serbio) se volverían a cruzar. Para Mihajlovic fue una excusa para
volver a cagarse a patadas con Stimac.
A medida que la guerra avanzaba, la distancia entre ambos se hacía mas
grande. En el caso de Stimac, tuvo un par de problemitas debido a su excesivo
orgullo croata: En vez de entrenar en el campo del Hajduk, pasaba mas tiempo en
el regimiento del ejército croata que estaba al lado; en otra oportunidad,
Hajduk volvía de jugar contra Tottenham, cuando pararon al micro en Split, el
bueno de Igor cayó en cana, por portación ilegal de armas, que después aclaró
que compró por si las dudas en el camino por el temita de la seguridad y por
último se lo vinculó con un grupo terrorista croata que volaba y quemaba bienes
relacionados a serbios en Split, a lo cual negó vinculación, pero que su primo
y el padrino de su hijo si militaban allí y que ese proceder le parecía
correcto. Mientras tanto, el careta de Mihajlovic declaraba que la
guerra era mala, que no entendía como familias y amigos de toda la vida se
mataban por cuestiones étnicas y toda la cosa políticamente correcta, pero por
el otro, su status de jugador prominente del Estrella Roja, le daba una
relación muy cercana a Arkan, cabeza de la antes mencionada Delije, que a su
vez también era lider de fuerzas paramilitares yugoslavas, lo que lo llevó a
ser un referente serbio de lo que se conoce como “Limpieza Étnica” y ser uno de
los criminales de guerra con mayor relevancia de la escaramuza. Esto convertía
a Mihajlovic en un nacionalista serbio a los ojos de la opinión pública y al
mismo tiempo obtenía réditos, ya que Arkan perdonó la vida del tío croata de
Sinisa en una de esas mal llamadas “limpiezas étnicas”. Este tipo de situaciones generaba la necesidad
de emitir opinión al respecto por parte de Stimac que dijo que entendía a Mijahlovic, que tenía
que vender el doble de humo porque su mujer era italiana, su madre era croata y
se casó por iglesia católica y que por eso era difícil que lo aceptaran como
uno de los suyos. Como respuesta a Stimac, Mihajlovic le concedió una dudosa
distinción: Después de lo que le dijo en aquella final, sería la única persona
a la que podría matar con sus propias manos.
En el año 1999, sus caminos se cruzarían nuevamente. Camino a la Euro
2000, Croacia y la aún Yugoslavia tuvieron que compartir el grupo 8. Ni hace
falta explicar la tensión previa a los partidos. En el partido de ida en
Belgrado, recurrieron al viejo truco sudamericano de cortar la luz. Una vez que
volvió la luz, la imagen fue de por si explicativa. Todos los jugadores croatas
en el círculo central y un cordón de jugadores yugoslavos alrededor porque
prevenir es mejor que llevar un plantel de fútbol en bolsas negras
curar. La nota positiva para Mihajlovic fue que no se hizo echar. El partido de
vuelta fue mas picante todavía, porque era la última fecha y croatas y serbios
tenían chance y esperaban noticias desde otra nación ex yugoslava, donde
Irlanda definía su suerte en Macedonia. Mas allá de la bronca previa con
Mihajlovic, su actitud de arrodillarse y persignarse ante una bandera con la
leyenda “Vukovar 91” en honor a los serbios caídos en su ciudad antes del
partido agregó mas condimentos a un partido que parecía que ya no podía tener
mas. El partido terminó igualado en dos, con Stimac expulsado, dos asistencias
de Mihajlovic para Mijatovic y Stankovic, sumado al gol de Stavrevski sobre la
hora en Skopje implicaba que Yugoslavia iba a la Euro, Irlanda se quedaba con
el repechaje y Croacia se quedaba sin nada.
Pasado el tiempo Mihajlovic dijo que el tiempo había pasado, había
recapacitado y a pesar de todo lo que había ocurrido en el medio podría
sentarse y hacer las paces con Stimac. Stimac, en cambio no pensaba lo mismo.
Pero el destino es muy puto, jodido y cabrón y los volvería a cruzar una vez
mas. El sorteo de las eliminatorias europeas de cara al Mundial 2014 vaya a
saber uno por cual motivo se realizó el 2011 en Río de Janeiro y no en el viejo
continente. El Grupo A determinó que Croacia y (Ahora) Serbia se verían las
caras, con Stimac y Mihajlovic respectivamente al mando de sus selecciones
nacionales (Aunque ninguno de los dos estaba en el cargo al momento del
sorteo). Pero esta vez no sería lo mismo. Un Congreso Técnico de la UEFA en
2012 con todos los seleccionadores nacionales de los equipos europeos, dio la
chance para que ellos se encuentren. No se sabe bien que hablaron, pero a la
luz de las declaraciones posteriores se puede deducir que no son amigos, pero
al menos sellaron un pacto de no agresión en términos personales y
extrafutbolísticos, de modo que el partido quedara solo en el aspecto
deportivo. La primer cita se dio en Zagreb el 22 de marzo de 2013 donde
Croacia, con un mediocampo liderado por Modric y un delantera conformada por Mandzukic
del Bayern Munich y un Ex Bayern como Olic llegaba a buen nivel peleando palmo
a palmo con el buen conjunto belga. En cambio Serbia, tiene una defensa con
Ivanovic (Chelsea), Nastasic (Man City), Subotic (Borussia Dortmund) y Kolarov
(Man City) que aún ante la negativa de Vidic (Man United) es una de las mejores
a este nivel y de la que casi ningún seleccionado puede presumir en cuanto a
nombres. No obstante, el resto del equipo esta lejos de ese nivel y sufre
particularmente la ausencia de Adem Ljajic, talentoso media punta de la Florentina, excluido por Mihajlovic por
negarse a cantar el himno (Ljajic profesa el Islam y el himno serbio hace
referencia a cuestiones religiosas vinculadas a la iglesia ortodoxa serbia).
Para el partido, Mihajlovic eligió plantar un esquema planeado para
contragolpear, mientras que Stimac para apuntalar al trío creativo de Rakitic,
Modric y Kranjcar, sorprendió con la elección de otro volante creativo por
sobre un volante de contención. Pero no solo eso, sino que también con el
jugador elegido: Mateo Kovacic de 18 años, debut absoluto en selecciones
mayores del jugador del Inter de Milán. La apuesta de Stimac primó porque
Kovacic la rompió y además Modric la rompió todavía mas que Kovacic. Mandzukic
y Olic rubricaron el triunfo de la red a un partido al que le sobraron 45
minutos y que sorpres. La apática actuación del combinado serbio casi le cuesta
el trabajo el trabajo a Mihajlovic, pero sobrevivió el escarnio público y
estará al mando para la revancha en el Marakaná de Belgrado (No hay error de
tipeo) el día 6 de septiembre del 2013.
Podemos decir una sarta de boludeces que la guerra es mala que es un
monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente y hablar
de lo que no viene al caso. Incluso podemos llegar a indagar sobre la ucronía
de Mihajlovic yendo a jugar a Zagreb, ganando el Mundial Juvenil de Chile, pero
sin ganar la Champions. Tal vez hubiera elegido jugar para la patria de su
madre. Pero creo que solo cambiaría la némesis de Stimac. Como decía Clinton
Churchill mientras se prendía un habano que había metido previamente en la
cajeta de una pasante “En los Balcanes generan mas historia de la que
pueden consumir”. Y probablemente siga siendo así. El 6 de Septiembre esto
sigue.